El poder de las sábanas bien estiradas
En los hoteles, uno de los pasos clave para lograr una cama que parezca salida de una revista es estirar bien las sábanas.
El truco consiste en empezar por la sábana bajera: envolvé el colchón con las esquinas perfectamente aseguradas. Después, para la sábana de arriba, usá el famoso “doblez hospitalario”.
Meté los bordes sobrantes por debajo del colchón y formá pliegues en ángulo, asegurando un acabado prolijo y tenso.
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Almohadas alineadas y mullidas
Las almohadas también cumplen un rol fundamental en el efecto visual de la cama. En los hoteles, combinan almohadas grandes y pequeñas, alternando texturas.
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Sacudí y palmeá cada almohada para que recupere volumen antes de acomodarlas. Ordenalas en fila, apoyadas en el respaldo o la pared, y colocá las de adorno al frente para un toque decorativo extra.
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El secreto de la manta y el cubrecama
Para un aspecto realmente prolijo, doblá la manta o el cubrecama a un tercio de la cama desde la cabecera, dejando ver las capas de sábanas y creando profundidad.

Si tenés un pie de cama decorativo, apoyalo suavemente en el extremo, apenas tocando los bordes. Este detalle imita el estilo de los hoteles de lujo y suma elegancia.
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Aromas y detalles finales
Un ambiente fresco y agradable también contribuye a la sensación de orden. En muchos hoteles, perfuman las sábanas con sprays suaves a base de lavanda o cítricos.

Para sumar un plus, ventilá la habitación cada mañana y agregá detalles simples como un libro bien ubicado o una bandeja con objetos decorativos. El resultado: una cama que invita a descansar y disfrutar en tu propio hogar.