Por qué deberías estirarte como un gato: lo que tu cuerpo necesita y no recibe

Estirarse al despertar o tras estar horas quieto no es un simple reflejo: es una necesidad corporal que solemos ignorar. Los gatos lo hacen de forma instintiva, y deberíamos imitarlos. Te contamos qué beneficios tiene este gesto natural y por qué deberías hacerlo a diario.

Postura del gato, yoga.
Postura del gato, yoga.Shutterstock

El arte felino del estiramiento

Solo basta observar a un gato para entender el poder y la sabiduría de este acto aparentemente simple. Los gatos estiran su cuerpo varias veces al día, activando músculos, mejorando su circulación y preparándose para moverse con agilidad.

Estiramiento.
Estiramiento.

Esta conducta, lejos de ser solo instintiva, les permite mantener una musculatura flexible y saludable.

Los estudios sobre comportamiento animal y biología han demostrado que este tipo de estiramiento regular contribuye al bienestar físico y mental de los felinos.

Sin embargo, en los humanos, el estiramiento continúa siendo relegado a una simple rutina de calentamiento antes del ejercicio, cuando, en realidad, debería formar parte integral de la vida cotidiana.

Lo que tu cuerpo necesita (y no le das)

Mientras trabajamos frente a una computadora, manejamos largas distancias o incluso vemos televisión, la inactividad va generando tensiones en diferentes grupos musculares.

Estiramiento.
Estiramiento.

El cuerpo, sabiamente, nos envía señales: una rigidez en los hombros, dolor lumbar, pesadez en las piernas. Es en esos momentos cuando un simple estiramiento puede otorgar alivio inmediato, pero pocas veces lo hacemos conscientes de su importancia.

Según especialistas el estiramiento cotidiano ayuda a mantener el rango de movimiento de las articulaciones, prevenir lesiones musculares y mejorar la circulación sanguínea. En un mundo donde el sedentarismo es creciente, estos beneficios pueden marcar una diferencia fundamental en la calidad de vida.

Más allá de la flexibilidad

El acto de estirarse va mucho más allá de ganar flexibilidad. Un informe publicado en el Journal of Behavior Therapy and Experimental Psychiatry sugiere que el estiramiento frecuente también tiene impactos positivos sobre el estado de ánimo y la reducción del estrés.

Estiramiento.
Estiramiento.

Al estirarnos, nuestro cuerpo libera endorfinas y reduce el nivel de cortisol, la llamada “hormona del estrés”.

En efecto, este pequeño gesto del día a día puede ser un gran aliado para gestionar el cansancio mental y promover la concentración, algo comprobado tanto en adultos como en niños.

Incorporar el estiramiento a la rutina diaria

No se requiere una rutina compleja ni demasiado tiempo. Bastan algunos minutos cada mañana y cada vez que sientas tensión.

Podés empezar con movimientos tan básicos como levantar los brazos sobre la cabeza y estirar la espalda, rotar suavemente el cuello o flexionar las piernas. El secreto está en hacerlo con regularidad, escuchando a tu cuerpo como lo hace un gato: sin juicios, sin cronómetros, solo dejándote sentir.

La próxima vez que tu cuerpo te pida estirarte, concedete ese momento. Aprendé de los gatos y permitite ese simple, pero poderoso, gesto. Porque, en un mundo de prisas y tensiones, el estiramiento puede ser tu primera medicina: silenciosa, efectiva y completamente natural. Tu cuerpo —y tu mente— te lo agradecerán.

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