Tomar sol en invierno: por qué tu cuerpo y mente lo necesitan

Tomar sol en invierno puede mejorar el ánimo, regular el sueño y aumentar los niveles de vitamina D. Incluso con días fríos y nublados, la exposición solar diaria aporta beneficios físicos y emocionales clave para atravesar la estación con más energía.

Sol en invierno.
Sol en invierno.Shutterstock

El invierno trae días más cortos y menos exposición solar, lo que puede afectar tanto el estado de ánimo como la salud física. Sin embargo, tomar el sol durante esta estación sigue siendo fundamental. Desde la regulación del sueño hasta la síntesis de vitamina D, el sol invernal ofrece beneficios que vale la pena aprovechar.

Por qué la vitamina D sigue siendo clave en invierno

Sol en invierno.
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La vitamina D es vital para la salud ósea y el sistema inmune. El cuerpo la produce de forma natural al exponerse a los rayos UVB del sol.

Pero en los meses fríos, la escasez de luz solar puede provocar niveles insuficientes, afectando el bienestar general y aumentando el riesgo de fatiga, debilidad o problemas óseos.

El impacto del sol en tu ánimo y energía

La exposición solar regula el ciclo circadiano, el reloj biológico que influye en el sueño y el estado de alerta. Recibir luz natural durante el día, incluso en invierno, puede mejorar significativamente los niveles de energía.

Sol en invierno.
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Además, está comprobado que la luz solar estimula la producción de serotonina, un neurotransmisor vinculado al bienestar. Por eso, el sol puede ser un aliado contra el trastorno afectivo estacional (TAE), una forma de depresión común en climas fríos y oscuros.

Cómo aprovechar el sol de forma segura en invierno

Sol en invierno.
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  • Salir todos los días: incluso 15 o 20 minutos al aire libre pueden marcar la diferencia. Aprovechá los trayectos, paseos breves o momentos al sol directo.
  • Moverse al aire libre: caminar, correr o practicar deportes de invierno permite combinar actividad física con exposición solar.
  • Cuidar la piel: aunque el clima sea frío, los rayos UV siguen presentes. Usá protector solar en el rostro y zonas expuestas, especialmente si hay nieve donde estás, pues esta intensifica la radiación por reflejo.

Incorporar el sol a tu rutina invernal, de manera consciente y moderada, no solo mejora tu salud física sino también tu ánimo y bienestar emocional.

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