Vértigo y desequilibrio: cuándo preocuparse y cómo cuidar tu sistema vestibular

Sentir que todo da vueltas o perder la estabilidad al caminar no solo es desconcertante: también puede ser señal de que algo no anda bien con tu sistema vestibular. El vértigo y el desequilibrio afectan a millones de personas, especialmente a medida que envejecen, y suelen estar acompañados de ansiedad, miedo a caídas o malestar físico. ¿Cuándo consultar y cómo fortalecer esta parte del cuerpo?

Vértigo, imagen ilustrativa.
Vértigo, imagen ilustrativa.Shutterstock

¿Qué es el vértigo y en qué se diferencia del desequilibrio?

Aunque suelen confundirse, no son lo mismo. El vértigo es la sensación ilusoria de movimiento: como si todo girara a tu alrededor o como si vos estuvieras girando.

El desequilibrio, en cambio, es una sensación más difusa de inestabilidad o inseguridad al moverse, sin que haya una percepción de giro. Ambos pueden limitar seriamente la vida cotidiana.

Cuándo es momento de consultar al médico

Vértigo, imagen ilustrativa.
Vértigo, imagen ilustrativa.

No todos los episodios de vértigo son graves, pero hay señales que indican la necesidad de atención médica:

  • Mareos persistentes o que se repiten con frecuencia.
  • Dificultad para caminar o mantener el equilibrio.
  • Náuseas, vómitos o pérdida de audición acompañando los síntomas.
  • Presión en los oídos o zumbidos.
  • Dolores de cabeza intensos o visión alterada.

Un otorrinolaringólogo, neurólogo o médico clínico podrá evaluar tu caso y descartar causas graves o iniciar un tratamiento adecuado.

Causas más frecuentes del vértigo

  • Vértigo posicional paroxístico benigno (VPPB): causado por pequeños cristales que se desplazan en el oído interno y se activa con ciertos movimientos de la cabeza.
  • Enfermedad de Menière: alteración del oído interno que provoca vértigo, pérdida auditiva y acúfenos.
  • Neuronitis vestibular: inflamación del nervio vestibular, muchas veces tras una infección viral.
  • Labirintitis: inflamación o infección del laberinto en el oído interno, que afecta el equilibrio y la audición.

Cómo fortalecer el sistema vestibular

Prevenir y reducir estos episodios también depende de hábitos que favorecen el equilibrio y la salud del oído interno. Estas son algunas prácticas recomendadas:

1. Ejercicios de rehabilitación vestibular. Indicados por un fisioterapeuta, ayudan a que el cerebro se adapte y compense los desequilibrios. Incluyen:

  • Maniobra de Epley (para el VPPB).
  • Ejercicios de equilibrio, como caminar en línea recta o mantenerse en un solo pie.
  • Movimientos repetitivos que reducen la sensibilidad a ciertos estímulos.

2. Actividad física regular. El yoga, el tai chi o incluso caminar a diario contribuyen al equilibrio y la coordinación, además de reducir el riesgo de caídas.

3. Alimentación y estilo de vida. Evitar exceso de sal, cafeína y alcohol ayuda a controlar la presión en el oído interno. Una dieta equilibrada y sin inflamatorios puede marcar la diferencia.

4. Hidratación adecuada. Tomar suficiente agua favorece la función del sistema vestibular y del cuerpo en general.

5. Reducir el estrés. El vértigo puede empeorar con ansiedad o tensión. Técnicas de relajación como la respiración profunda, la meditación o incluso la aromaterapia pueden tener un efecto calmante.

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