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“Diferentes nutrientes y compuestos bioactivos actúan como antioxidantes y antiinflamatorios cumpliendo un rol crucial en la modulación de nuestra respuesta inmune, entre ellos se encuentran vitaminas y minerales como las vitaminas A, B6 , B12, C, D, E, ácido fólico (B9 ) y biotina (B7 ); asimismo minerales como el zinc, hierro, selenio, magnesio y cobre, también péptidos bioactivos, ácidos grasos omega-3, la fibra y compuestos bioactivos como los polifenoles, carotenoides y los probióticos, estos últimos son organismos vivos que modulan la microbiota intestinal potenciando el sistema inmune”, explica la nutricionista Lourdes Ortiz.
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Nutrientes que generan energía ante el frío y la humedad
La nutricionista dice que el frío y la humedad hacen propicia la incorporación de una alimentación que se adapte a las necesidades de la temporada, el cuerpo humano necesita el aporte adecuado de alimentos y nutrientes para generar energía y así modular la temperatura corporal, para ello se recomienda el consumo de cereales preferentemente integrales como arroz, pasta, avena, también tubérculos. Los alimentos integrales liberan la energía lentamente, regulan la glucosa, el colesterol y generan mayor tiempo de saciedad lo cual contribuye con el mantenimiento de un peso corporal saludable en esta temporada.
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Por otro lado las grasas como el aceite de oliva, canola, los frutos secos y el aguacate aportan grasas de calidad a nuestra dieta mono y poliinsaturadas, así como vitaminas liposolubles como la vitamina E con propiedades antioxidantes.
Se recomienda además incorporar alimentos ricos en proteínas como carnes, pescado, huevos, leche y otros productos lácteos como el queso y el yogur, fuente de vitaminas principalmente del complejo B, vitamina A, D, péptidos bioactivos, minerales como el zinc, selenio y magnesio que actúan también como antioxidantes y antiinflamatorios.
Se deben evitar alimentos con alto contenido de grasas trans, azúcares y sodio como los alimentos ultraprocesados y las frituras, característicos de una alimentación occidental, pro inflamatoria que va en detrimento de nuestra salud.
En cuanto a la vitamina D, es una vitamina crítica en el invierno debido a la escasa exposición al sol por lo cual existe mayor riesgo de deficiencia y esta cumple un papel fundamental en el sistema inmune especialmente en enfermedades respiratorias, por lo se recomienda dosar en sangre para evaluación y posterior indicación de suplementación en caso de déficit.
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También se recomienda el consumo de alimentos fermentados como el kéfir, chucrut, kimchi y la suplementación con probióticos según el caso.
“Para una vida saludable no solamente es necesario ocuparse de la alimentación, sino también de todo lo que implica la práctica de hábitos saludables como el consumo suficiente de agua, evitar el sedentarismo y las toxicomanías como fumar o beber alcohol en exceso, dormir lo suficiente y tratar de minimizar el estrés”, concluye Lourdes Ortiz Soria.