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Los cargamentos más importantes y de origen dudoso encontrados en el depósito consistían en 800 bolsas de zapallos y 50 cajas de tomates. Se presume que los productos fueron ingresados de contrabando desde Brasil y Argentina.
El operativo estuvo a cargo de la fiscala Claudelina Corvalán, quien contó con el apoyo de agentes de unidades anticontrabando de la Dirección Nacional de Ingresos Tributarios (DNIT), del Departamento de Delitos Económicos de la Policía y de la Senave.
Los datos indican que hace dos meses se comenzó a hacer un seguimiento al depósito en cuestión, ante la sospecha de que acopiaba productos de contrabando, los mezclaba con productos nacionales, adquiridos de productores locales, y abastecía al mercado local. Como responsable del depósito fue identificado Silvio Ruiz, de la empresa Dos Amigos SA.
En el depósito se encontraron varias cajas de cartón de productos de industrias brasileñas y argentinas. Los tomates estaban en cajas de cartón con etiquetas del Senave, pero al escanear el sello se comprobó que se trataba de documentos de naranjas.
Miguel Vega, jefe del departamento de inteligencia anticontrabando de la DNIT, explicó que la duda en torno a los productos surge de la falta de etiqueta correspondiente de Senave y de la guía de traslado para establecer el origen de los mismos.
Además, se encontraron varias bolsas de cebollas vacías que, se presume, fueron reenvasadas para ser comercializadas como productos nacionales. “Se hizo un seguimiento de casi tres meses y teníamos dudas razonables que trasladamos al Ministerio Público; se hizo una investigación y se logró el allanamiento para fiscalizar este establecimiento”, señaló.
Cuentan con toda la documentación, afirma abogada
La abogada Michelle Bettancourt, quien representa a los responsables de las mercaderías, dijo que cuentan con toda la documentación como despachos y facturas legales para demostrar la legalidad de las mercaderías. Afirmó que en el lugar se operaba tanto en compras de mercaderías nacionales como de importación.
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Advirtió sobre el daño que sufrirán los productos, ya que son perecederos, y responsabilizó a los organismos estatales de las pérdidas económicas ocasionadas a sus clientes. “El daño ya está hecho; no hay nada que remediar. Lo que corresponde por derecho es la devolución, porque tienen toda la documentación”, expresó.
Proveedor local afirma que los tomates son de su finca
Lisandro González, un productor local del distrito de Yguazú, relató que él mismo provee varias cajas de tomates y locotes a los responsables del depósito desde hace dos años. Aseguró que sus productos fueron colocados en cajas de naranjas para economizar los costos, ya que reutilizan las cajas vacías.
“Nosotros expedimos guía de traslado y factura; estamos totalmente legalizados. Las cajas se reutilizaron para abaratar el costo, porque cada una cuesta G. 10.000″, contó.
Relató que les cuesta mucho encontrar un comprador que pague un precio razonable, por lo que, tras la intervención de esta mañana, no sabe a quién venderá su próxima cosecha, prevista para los próximos 15 días.