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La crisis asmática ocurre cuando súbitamente se cierran los bronquios que suelen estar inflamados e irritados por dentro, dificultando el paso del aire normalmente a través de ellos. Se suele presentar como un ataque leve, moderado o grave y debe tratarse inmediatamente. El asma es una enfermedad que ocasiona inflamación y estrechamiento de las vías respiratorias, provocando sibilancias, dificultad respiratoria, opresión en el pecho y tos. Es una afección crónica con mayor influencia en la edad pediátrica, siendo la principal causa de hospitalizaciones. “En los últimos años, a nivel mundial, la prevalencia de síntomas relacionados con el asma fue ampliamente estudiada en la población infantil, encontrando varias alternativas para tratarlas. Teniendo en cuenta la importancia de actualizar a los pediatras locales respecto a este caso, el miércoles 26 inicia el XIV Congreso Latinoamericano de Cuidados Intensivos Pediátricos y de Emergencia, que por primera vez se realizará en nuestro país. La convención durará cuatro días y se hablará acerca de las diversas técnicas para afrontar la sepsis –infección generalizada de la sangre–, neumonía, insuficiencia respiratoria, bronquiolitis, crisis asmática y colitis aguda. Estos puntos serán abordados por 42 médicos extranjeros, provenientes de diferentes países, como los Estados Unidos, Canadá, Europa, Singapur, Chile, Brasil, Argentina, entre otros”, explica el Prof. Dr. Ricardo Iramain, presidente de la Sociedad Latinoamericana de Cuidados Intensivos Pediátricos (SLACIP).
Signos de un ataque asmático
El profesional explica que se puede detectar tempranamente una crisis asmática cuando el niño se muestra agitado –respira más rápido de lo normal–. Cuando es grande, tiene la capacidad de comunicar que le falta aire y, en casos más avanzados, la piel de los niños se vuelve azul. La historia clínica y exploración física, generalmente, son suficientes para llegar al diagnóstico. Algunos desencadenantes comunes de asma incluyen animales –pelo o caspa–, moho, polvo, polen, ácido acetilsalicílico (aspirina) y otros medicamentos. También influyen los cambios de estado del tiempo –en la mayoría de los casos, tiempo frío–. Es recomendable, comenta Iramain, que el tratamiento sea preventivo, para que los pacientes lleven una buena calidad de vida, puedan jugar y practicar cualquier deporte. Hoy existen medidas preventivas que posibilitan que los asmáticos tengan una menor crisis.
Expectativas
El tratamiento del asma debe cubrir varios frentes: inflamación de la mucosa bronquial, broncoespasmo y alergias. Mediante una medicación adecuada, la mayoría de los niños con asma pueden sobrellevar la enfermedad. “Una de las consecuencias de no tratar correctamente estas crisis es que el paciente llega a una insuficiencia respiratoria aguda, que deriva en ingresos a terapia intensiva o con intubaciones innecesarias”, finalizó el pediatra y catedrático universitario.