Afectivo versus efectivo

Las empresas familiares constituyen en Latinoamérica y en Paraguay en particular, la estructura organizacional más común, y además, son las generadoras principales de empleo, por lo tanto su rol de creación de riqueza es de principal importancia para el desarrollo económico y social de las comunidades donde se encuentran asentadas.

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Sin embargo, no podemos desconocer que son las estructuras más frágiles, pocas sobreviven a la segunda generación y son una excepción las que resisten a la tercera generación. Las tres “F” son repetidas muchas veces hasta en son de broma, pero lastimosamente son la realidad de la gran mayoría de las empresas familiares. El padre la Funda, el hijo la Fortalece y el nieto la Funde. Si identificamos el motivo por lo cual esto es corriente en las empresas, estaremos en condiciones de evitar que suceda en la nuestra.

¿Qué podemos hacer?
Obviamente no somos adivinos, no podemos asegurar los problemas que tendremos, pero sin embargo, podemos anticipar los que podríamos tener. Sobre lo primero no siempre somos culpables, pero somos totalmente responsables de lo segundo.

Las empresas que desaparecen usualmente han sido víctimas de algunas de las siguientes causas:
Pérdida de competitividad: seguimos haciendo lo que hacía el fundador, porque eso le dio resultado, pero el mercado ha cambiado. Las expectativas de los clientes han variado, los competidores desarrollan nuevas habilidades y los márgenes de utilidad solo pueden crecer o mantenerse con un nivel de eficiencia óptimo en base a nueva tecnología.

Falta de profesionalización: el directorio y el plantel gerencial, se asimilan al álbum familiar, donde el concurso de méritos y aptitudes se ha basado en el apellido, dejando escapar talentos ejecutivos de primer nivel, por no formar parte de la familia.

Problemas familiares: las discusiones que surgieron el domingo en el asado familiar a causa de una riña entre dos nietos, deriva en una tensa dilación de toma de decisiones estratégicas y operativas durante el resto de la semana laboral, donde los implicados en el proceso resultan ser los padres de los niños (que ya ni recuerdan el pleito).

Conflictos de interés: es cierto que el hijo de mi hermano acaba de terminar una maestría en administración, pero él no puede venir a ser Gerente, pues mis hijos aún son pequeños y no están en edad de ingresar a la empresa.

Confusión de temas familiares con empresariales: Claro que las impresiones deben hacerse en la imprenta de Juan, al fin y al cabo aunque sea más caro el trabajo que en otros lugares, se trata de nuestro cuñado.

Como estos ejemplos, seguramente a usted se le han ocurrido muchos otros, lo importante es que si los identificamos, podremos tomar medidas para minimizar los daños a la estructura empresarial.

Los órganos de la empresa
Al igual que un cuerpo vivo, las empresas precisan del correcto funcionamiento de todos sus órganos, confundir las funciones, derechos, responsabilidades, deberes y obligaciones, podría ocasionar daños a toda la organización, por eso debemos identificar el valor que aporta cada órgano de gobierno:
Consejo de Familia: tiene el control de la propiedad, usualmente en una Sociedad Anónima está representado en la Asamblea. En el Consejo de Familia los puntos que se definen son los principios inquebrantables para el negocio, y la gestión inter generacional.

Consejo de Administración: normalmente identificada por el Directorio, quienes pueden o no ser miembros de la familia. A su cargo está el gobierno del negocio, es decir la gestión del futuro, de la estrategia, la fijación de metas anuales y el control de la ejecución a cargo del equipo gerencial.

Equipo Gerencial: son los ejecutivos, quienes por la orientación general del Consejo de Familia y la estrategia particular direccionada por el Consejo de Administración, tienen a su cargo la gestión del presente de la empresa, la responsabilidad de la operativa diaria y llegar al cumplimiento de los objetivos trazados.

Por lo tanto, los dueños de la empresa, la familia, pueden o no estar implicados en la gestión y desarrollo de la misma. Las principales funciones de los Consejos de Familia serían:
Definir, transmitir y mantener actualizadas las normas de gobierno de la empresa familiar. Reglas claras en cuánto a los miembros de la familia que podrían ingresar a la gestión y quienes representarán a cada grupo familiar (si fuera el caso) en el Consejo.

Establecer una política de comunicación eficiente, para asegurar la cohesión familiar por sobre el patrimonio económico.

Instituir una política de sucesión que pueda garantizar la continuidad familiar en el control accionario de la empresa para las próximas generaciones.

Gestionar el patrimonio familiar común, a través de políticas establecidas de salvaguarda y crecimiento de la riqueza familiar. Recordemos que normalmente la familia crece más rápido que la generación de riqueza de la empresa, aunque originariamente en su creación, haya servido de fuente de trabajo y de ingresos de la familia primaria fundadora, no debe ser así por siempre.

Asegurar la profesionalización de la empresa y de los miembros de la familia. No siempre los hijos quieren involucrarse con la empresa familiar, quizás quieran ser veterinarios o médicos, sin embargo si desean ser dueños de un sistema que trabaje para ellos. Otros miembros de la familia sin embargo, quizás tengan mayor afinidad con el negocio, para ello deberán estar preparados antes de asumir cargos de responsabilidad. El ser primogénito, o el hijo varón, o tener el apellido, no son parámetros suficientes para nombrar herederos en la gestión o dirección de una empresa.

Priorizar la institucionalización del negocio a través de procesos y sistemas que permitan mantener el éxito a los órganos de administración y gestión.

La primera responsabilidad de un empresario, debe ser mantener viva la empresa, eso implica impactar positivamente en sus sistemas y procesos a través de decisiones prudentes e inteligentes, que permitan sobrevivir a la empresa y pueda seguir generando riqueza para las siguientes generaciones, mientras se crean puestos de trabajo y se produce beneficios para la comunidad. Para que la familia pueda disfrutar de las utilidades de una empresa exitosa, la misma primero debe existir, no mezclemos lo afectivo con lo efectivo, podría la confusión hacernos perder ambas cosas. Sigamos hablando de dinero, así aprendemos a manejarlo mejor.

Vivo. Al igual que un cuerpo vivo, las empresas precisan del correcto funcionamiento de todos sus órganos cuyo valor se debe identificar.

Crecer. La familia crece más rápido que la generación de riqueza de la empresa, aunque originariamente en su creación, haya servido de fuente.

Anticipo. No somos adivinos, no podemos asegurar los problemas que tendremos, pero sin embargo, podemos anticipar los que podríamos tener.

Presidenta de Cadiem Casa de Bolsa SA
gloria@cadiem.com.py

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