Considerando el Anexo C en el cual se prevé claramente: a) que los ingresos deben ser iguales a los egresos (I = E) para generar la Energía Garantizada (EG), de 75.134.520 MWh, b) que esta cantidad de energía cuesta aproximadamente US$ 1.456.200.000, con una tarifa de potencia de US$ 10/Kw mes y tarifa de energía 19,40/Mwh; c) que en este presupuesto ya se incluyen la actualización tecnológica y los gastos socioambientales convencionales. Consecuentemente nos resultaba, ya entonces, una ofensa a la inteligencia real y una felonía a la inteligencia artificial. Pareciera que cualquier teléfono móvil tiene más materia gris que nuestros gobernantes.
En el acuerdo Santi-Lula se elevó artificialmente la tarifa; es decir, se infló a contramano del Tratado, del patrimonio de la ANDE y de toda lógica económica. La ANDE y ENBpar, consecuentemente, a partir del 2024, tendrán menos capital, menos patrimonio y generarán una deuda espuria totalmente inconveniente a los intereses de ambos países signatarios.
En el Brasil se enmendó este perjuicio mediante una resolución del ente regulador de la energía eléctrica, ANEEL, en la que se disciplinó ese sobrecosto y obligó a EMBpar a corregir internamente su error. Debemos recordar que, además de ilegal, las mismas iban contra las propias políticas energéticas de nuestro socio.

En el Paraguay, además de no corregirlo, se lo encubre cínicamente. La tarifa sobrefacturada actual es totalmente ilógica. ¿A quién beneficia una energía cara que al final se refleja en el combo tarifario de la propia ANDE y, finalmente, en el desarrollo del país? ¡Hasta en las facturas del consumo vegetativo común, de nosotros los comunes, resulta una estupidez!
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El año pasado, la IB generó 66.712.600 MWh de energía (menor a la energía garantizada prevista) llegando a una tarifa media de US$ 42,79/MWh. De la misma suministró a la ANDE 20.383.000 Mwh. Si respetáramos el Anexo C la tarifa media sería: Presupuesto ideal US$ 1.456.200.000, dividido por 66.712.600 MWh = US$ 21,83/MWh.
Sin embargo, con el acuerdo tarifario, la ANDE está “obligada” a comprar energía de Itaipú con sobrecosto. En el 2024 nuestra entidad estatal pagó una tarifa sobrefacturada de US$ 29,05/ MWh - US$ 21,83/MWh (tarifa según anexo incumplido) = US$ 7,22/MWh. Deduciendo: Sobrecosto = US$ 7,22/MWh x cantidad de energía adquirida de 20.383.000Mwh = US$ 147.165.260 de pérdida real para la ANDE.
Para sincerar los números, la IB debería devolver a la ANDE la totalidad del sobrecosto mencionado. ¡Esto sí que es un buen trabajo para la Contraloría!, y no esas persecuciones malsanas a los enemigos políticos y empresas privadas que generan empleos. Para este año 2025, la pérdida de la ANDE, por sobrecostos en la compra de energía de Itaipú estaría aproximadamente en US$ 200.000.000, lo cual ya es irreversible. De nuevo veremos cómo se comporta la Contraloría General de la República ante este daño del patrimonio del Estado. ¿Será que mostrarán el mismo coraje los ciudadanos Camilo Benítez y el fiscal general del Estado, el ciudadano Emiliano Rolón?
También ENBpar se asegura una pérdida de más de US$ 400.000.000; pero con la diferencia que la previsibilidad del consumo brasileño está intacta. Me explico mejor. De las 20 máquinas de Itaipú, con el acuerdo Santi-Lula, Brasil se asegura 16 por el trienio mencionado.
Habíamos demostrado además, que la ENBpar también tuvo una pérdida económica considerable, pero ganó en desarrollo o, como mínimo, en la seguridad energética, tan cotizada por los verdaderos estadistas.
De la 20 unidades generadores de 700 MW de potencia cada una, 16 generaron para el desarrollo del Brasil y cuatro quedaron para el Paraguay. ¿Qué pasaría si un inversionista francés, coreano, japonés o norteamericano viniese al país y quisiese contratar dos máquinas? ¡No podría! El acuerdo Santi-Lula lo impide. ¡Demuestren lo contrario!
Lo único que el Paraguay está generando con este equipo pusilánime es subdesarrollo. La imprevisibilidad e inseguridad energética son sus medios. Y pensar que 10 máquinas de 50 Hertz son, según todos los artículos del Tratado, nuestra Constitución y las leyes, genuinamente paraguayos. La soberanía no se discute, se ejerce. Técnicamente nuestros miopes negociadores eliminaron a la ANDE de toda competencia en el mercado con la contratación de potencia de 2.369 MW; 2.605 MW y 2.865 MW para los años 2024, 2025 y, 2026, respectivamente. Reiteramos, esto equivale a tan solo cuatro máquinas de 700 MW cada una.
Por otro lado, llevando al plano económico-financiero general (pérdidas técnicas + económicas) la ENBpar, solamente en el año 2024, en el que contrató 9.766 MW con un sobrecosto de US$ 19,28/Kw mes, perdió 1.087.541 US$. Recordemos que la tarifa ideal es de US$ 10/Kw mes. Tenemos así: 19,28 - 10 = US$ 9,28/Kw mes. Es decir, la pérdida por mala compra llegó con cifras siderales (los decimales son irrelevantes para el ejemplo). De dicho monto, Brasil aprovechó aproximadamente US$ 650.000.000 a través de gastos discrecionales y el resto aproximadamente US$ 437.541.760 obsequió al Paraguay para incluir en los gastos discrecionales nuestros. ¿Me explico?
En el mundo no existe hambre cero ni almuerzo gratis, salvo en la mente del equipo HC. En este “negocio”, Brasil ganó previsibilidad y seguridad energética por tres años más. ¿Qué ganamos nosotros? Y nada, con la mendicidad paraguaya solo ganamos más coloradismo, más corrupción y más pobreza. En pocas palabras, para la único que sirvió el acuerdo Santi – Lula es para perpetuar en el poder a estos inútiles.
En el hipotético caso que surja un potencial inversionista de la famosa inteligencia artificial (IA) con deseo de apostar por el Paraguay, inclusive si se instalase en el mismo patio industrial de Itaipú, no podrá acceder a un solo MW de potencia porque ya están comprometidos, conforme el acuerdo tarifario trienal, ¡hasta el 31 de diciembre de 2026! Pacta sunt servanda nos dirían una vez más.
En la revisión del Anexo C, si persiste la intención de nuestros negociadores lapi mbyky, Paraguay no solo perdería económicamente, sino su propia soberanía energética. Y Brasil sonríe pícaramente ante nuestra ignorancia y falta de patriotismo.
Estadista: Persona con gran saber y experiencia en los asuntos del Estado.
Felón: delincuente, criminal o prófugo. Se usa también para describir a una persona traicionera o desleal con su patria y equipo.
El acuerdo infló la tarifa
En el acuerdo Santi-Lula se elevó artificialmente la tarifa; es decir, se infló a contramano del Tratado, del patrimonio de la ANDE y de toda lógica económica.
(*) Msc en Planificación Estratégica. Ing. agrónomo. Lic. en Teología. Técnico superior en electricidad, exsuperintendente de Energías Renovables de la IB.