El pronóstico debe tener tres patas

Pronosticar en qué década o en qué año de esa década el sistema eléctrico paraguayo, en definitiva el mercado paraguayo, consumirá la energía eléctrica, aparentemente es sencillo, que basta con proyectar la tasa anual de crecimiento y luego compararla con la capacidad, tanto en potencia como en energía, con la que cuenta el país, y se acabó.

La tasa de crecimiento del consumo de energía eléctrica en el 2024 con relación al 2023 superó el 18%.
La tasa de crecimiento del consumo de energía eléctrica en el 2024 con relación al 2023 superó el 18%.GENTILEZA

En fuentes técnicas independientes del Sector Energía de nuestro país advierten que fungir de pronosticador en esa materia y en ese campo específico no es tan simple, porque el que lo intentó o debe evaluar la generación disponible en las centrales hidroeléctricas, además su estrecha dependencia del factor hídrico y, por supuesto el crecimiento anual de la demanda del Sistema Interconectado Nacional (SIN) que atiende la ANDE en el corto y mediano plazo.

Apuntan nuestras fuentes que, históricamente, el crecimiento promedio anual del consumo eléctrico del SIN hasta 2022 fue del 6%, que en el 2023 alcanzó el 12% y en el 2024 se catapultó al 18%.

Agregan que al examinar ese comportamiento del mercado eléctrico paraguayo se verá que hasta el 2022 corresponde a un crecimiento vegetativo, con una carga eminentemente residencial.

Que desde el 2023 se registró un incremento atípico, que se acentuó aún más en el 2024, porque se triplicó la tasa de crecimiento histórico anual, con una elevada correlación con la aparición desde el 2023 de un consumidor poco habitual en el esquema de clientes de la ANDE: la de las industrias electrointensivas.

Agregan que para proyectar el crecimiento del SIN desde el ejercicio en curso, debe determinarse su tasa de crecimiento anual, pero que esa necesidad implica otra complicación, o sea, ¿consideramos una tasa de crecimiento del 6%, del 12% o del 18%?, de la manera más objetiva posible, con el fin de evitar los extremos y, por consiguiente, la inquietante amenaza de la sicosis del apagón.

La sicosis, o una sensación muy parecida, ya la hemos vivido hace unos años en cada verano, para colmo con planes de generación que no conseguían trasponer los límites del papel o de las presentaciones en PPT, recordaba uno de los técnicos consultados.

¿Qué enseñan los cinco primeros meses del año?

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Nuestros interlocutores, que por ahora prefieren aportar datos para el debate antes que ocupar una columna en nuestro Espacio para el Debate, se proponen examinar las lecciones que dejan el comportamiento de las binacionales en los cinco primeros meses del presente ejercicio.

Señalan que, según los datos que aportan las centrales hidroeléctricas Itaipú y Yacyretá entre enero y mayo últimos, se observó un incremento del 5,63% de la utilización de la energía al compararla con similar periodo del ejercicio precedente.

Recuerdan que la cantidad de energía eléctrica que utilizó la ANDE de las centrales binacionales entre enero y mayo de 2024 fue 28% superior respecto al 2023 y que el crecimiento de la demanda del SIN en el o 2024 superó 18% inclusive.

Si continúa ese comportamiento, puede esperarse que la tasa de crecimiento del uso de la energía de las centrales binacionales en el 2025 estaría en torno al 6%.

En una suerte de redondeo de las enseñanzas que dejan estos cinco primeros meses del ejercicio en curso, nuestros interlocutores destacan las siguientes conclusiones:

La cantidad de energía que retiró la ANDE de las centrales hidroeléctricas binacionales entre enero y mayo de este año tuvo un aumento del 5,63%.

Que con los datos registrados hasta mayo pasado, la tasa de crecimiento anual del 2025 del Sistema Interconectado Nacional será inferior a la de los dos últimos años, y que la estiman en alrededor del 6%.

Recuerdan que la tasa de crecimiento del consumo de energía eléctrica en el 2024 con relación al 2023 superó el 18% y que en ese ejercicio el aumento de la demanda en los cinco primeros meses de 2024 fue del 28% con respecto al mismo lapso de 2023.

Si ese comportamiento, el registrado este año, continúa, se puede esperar que el crecimiento del uso de la energía de las binacionales en 2025 rondará el 6%.

Insisten nuestros interlocutores que el análisis de la situación de disponibilidad de generación en nuestras fuentes no debe limitarse a evaluar las fuentes de generación, sino también evaluar el comportamiento del SIN y de los aspectos que originan su crecimiento, estancamiento o retracción.

Añaden que, una vez que se definan los factores que inciden en el incremento o reducción de la demanda de energía eléctrica, el país podrá optar por políticas energéticas realistas.

Finalmente, advierten que la frase de “Hub de la Energía Renovable y Abundante” con la que quieren rotular a nuestro país es extemporánea, pero que puede lograrlo si aumentan las fuentes de generación o si se retrae el crecimiento del consumo anual, que contemos con un suficiente caudal del río Paraná para la generación en ambas binacionales.

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