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Refiere que América Latina y el Caribe (ALC) está cerca de ganar la batalla contra la inflación y dar vuelta a la página de los problemas macroeconómicos causados por la pandemia. En tal sentido destaca que las autoridades monetarias de la región gestionaron el desafío de varios años al menos tan bien como sus contrapartes en las economías avanzadas, dando una nueva muestra de gestión macroeconómica competente.
En cuanto a las tasas de interés, el organismo menciona que en la región y recientemente en Estados Unidos han estado disminuyendo, lo que alivia la presión sobre los hogares y sectores bancarios, generando expectativas de una actividad económica más fuerte. Sin embargo, existe una serie de desafíos como corregir los desequilibrios fiscales y reducir la deuda, recuperar el poder adquisitivo y retomar los avances logrados en reducción de la pobreza durante la década anterior. Tampoco se vislumbra la posibilidad de un crecimiento sustancialmente mayor, algo que ayudaría a enfrentar estos desafíos, remarca.
Mientras que la inversión, tanto pública como privada, sigue siendo baja con datos que sugieren una posible pérdida en la región del tren del “nearshoring y el friendshoring”, la práctica de llevar las operaciones en el exterior a países cercanos o con buenas relaciones. Por tanto, la superación de los desequilibrios pospandémicos abre una valiosa oportunidad para abordar una agenda de reformas largamente postergada vinculada a la infraestructura, educación, regulación, competencia y política tributaria.
De acuerdo con el Banco Mundial, a corto plazo, la rigidez en los niveles de pobreza y desigualdad está llevando a algunos Gobiernos a recurrir a medidas más directas, como un incremento del salario mínimo para asistir a los más vulnerables, con consecuencias tanto positivas como potencialmente negativas, en caso de no ser precavidos. También, surgen preocupaciones en torno a una dimensión particular de la pobreza: la inseguridad alimentaria y el costo de la alimentación no saludable, enfatizan.
Finalmente, en materia de crecimiento económico, las proyecciones 2024 para los países del Grupo de los Siete (G-7) sigue siendo moderado. China, el mayor socio comercial de América Latina y el Caribe, mantiene un desempeño débil y cada vez más impredecible a medida que sus autoridades se replantean el modelo de crecimiento, lo que deriva en precios más bajos de las materias primas.
Para el Banco Mundial, en conjunto, se prevé que el crecimiento en la región este año se ubique en 1,9%, aunque con diferencias significativas entre países y en tanto sigue aumentando la confianza del sector empresarial y los consumidores.
En la presente edición se comparte los principales puntos contenidos en el reporte del Banco Mundial y el análisis de la dinámica de algunos indicadores de Paraguay.