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En esta propuesta se pretende demostrar, con números reales, ya sustanciados en los presupuestos respectivos, las pérdidas reales derivadas del “acuerdo operativo” y consecuente acuerdo presidencial.
-Presupuesto y tarifa de potencia antes del 2022: 3.291.012.000 US$ /145.620.000 kwmes = Tarifa en potencia = 22,60 US$/kwmes.
-Presupuesto y tarifa de energía antes del 2022: 3.291.012.000 US$/75.134.520 Mwh = tarifa en energía = 43,80 US$/Mwh.
-Presupuesto y tarifa de potencia 2022: 3.021.615.000 US$ /145.620.000 kwmes = Tarifa en potencia = 20,75 US$/kwmes.
-Presupuesto y tarifa de energía 2022: 3.021.615.000 US$/75.134.520 Mwh = tarifa en energía = 40,22 US$/Mwh.
-Presupuesto y tarifa de potencia 2023: 2.433.310.200 US$/145.620.000 kwmes = tarifa en potencia = 16,71 US$/kwmes.
-Presupuesto y tarifa de energía 2023: 2.433.310.200 US$/75.134.520 Mwh = tarifa en energía = 32,38 US$/Mwh.
-Presupuesto y tarifa de potencia 2024: 2.807.553.600 US$/145.620.000 kwmes = tarifa en potencia = 19,28 US$/kwmes.
-Presupuesto y tarifa de energía 2024: 2.807.553.600 US$/75.134.520 Mwh = tarifa en energía = 37,38 US$/Mwh.
Pérdidas de la ANDE
Habíamos dicho que la tarifa de Itaipú Binacional desde 2009 hasta 2024 resultaba muy cara para la ANDE debido a sus pérdidas técnicas y al robo (28,5% de un presupuesto de 1.972.000.000 US$/año, es decir: US$ 562.020.000, según su presidente, referido en el link anterior). Vemos que nuestras proyecciones en los diversos artículos anteriores quedaron cortas ante las declaraciones de Félix Sosa delante de la CBP. Lo raro es que el presidente Peña tenga que recurrir a gasolina para apagar la ANDE en llamas.
¿Dónde está la solución? Pues sencillo: Si de los US$ 3.291.012.000 extraemos los US$ 2.000.000.000 de la cancelación de la deuda, conforme al anexo C que sigue vigente, obtendríamos:
-Presupuesto y tarifa de potencia 2025: 1.291.012.000 US$/145.620.000 kwmes = tarifa en potencia = 8,8656/kwmes.
-Presupuesto y tarifa de energía 2025: 1.291.012.000 US$/75.134.520 Mwh = tarifa en energía = 17,18267/Mwh.
¿De dónde sale el presupuesto?
Algunos críticos de 60 Hertz a esta altura se estarán preguntando: ¿de dónde saca el columnista este presupuesto? Pues de todos los presupuestos anteriores al 2023, restándole el componente de la deuda, hoy cancelada con todo su sobrecosto, es decir, tasas usurarias y demás abusos.
¿Cómo fue fluctuando el presupuesto desde el año 2022 al 2026? Fíjese, amable lector, en el cuadro que acompaña este texto. La explicación es sencilla: Antes del 2022 el presupuesto incluía el servicio de la deuda; en el año 2022 fue cancelado gran parte de ese componente, pero aún quedaba un remanente; en el año 2023 el presupuesto fue más razonable.
... Pero, en la medida que “el sistema”, incluyendo a la ANDE, notaba que la tarifa real (según el Anexo C) atentaba contra la sobrevivencia de la misma y que los “gastos sociales” ya no tendrían la discrecionalidad histórica que mantiene al “sistema” en el poder, se fueron acomodando según vemos.
¿Qué hacemos ante tan mal negocio se sustanció en el último acuerdo? Siendo pesimistas diríamos que no tenemos solución hasta el 2026. Siendo optimistas, podríamos pensar que el presidente Santiago Peña, como economista bien formado, dejaría sus “boludeces”, según el senador Gustavo Leite, y haría un buen negocio. Su disculpa perfecta sería la negociación del Anexo C, antes de fin de año.
¿Dónde está la ganancia?
Reiteramos la pregunta del artículo anterior: ¿Dónde está la ganancia de la ANDE y la ENBpar en el nuevo acuerdo operativo? La respuesta acabamos de demostrar. Los gastos sociales incrementados en ambas márgenes.
¡Ojo! Todavía no demostramos que la supuesta ventaja del Paraguay es una pérdida encubierta.
A Brasil no le incumbe el mal manejo de la ANDE y sus pérdidas; los gastos sociales aplicados en un gobierno socialista (Lula) no le molestan para nada, menos aún en el Estado de Paraná donde, por ley, debe aplicar dichos gastos y donde tuvo una desventaja sustancial en las últimas elecciones.
La ANDE, por su parte, podrá salvar su presupuesto hasta el 2026, pero luego se encontrará con la realidad lacerante. Sin embargo, le proponemos que observe el siguiente modelo que podría darnos mayores ingresos en una VENTA de energía:
-Presupuesto razonable: 1.456.200.000 US$/año. Incluidos el costo de la actualización tecnológica y los gastos sociales que contemplan la nueva visión y misión de Itaipú binacional, pero no en el Tratado.
-Tarifa de potencia: US$ 10/kwmes. Esta tarifa reflejaría el verdadero costo para generar la energía garantizada y todos los excedentes.
-Tarifa de energía: US$ 19,38/Mwh. ¿Cómo se aplicarían estos algoritmos? Pues comprando toda nuestra energía garantizada y vendiendo al ávido mercado brasileño.
Próximas entregas
En las próximas entregas estaríamos demostrando las pérdidas del negocio y las probables ganancias del Estado paraguayo, sin mayores modificaciones del Tratado o de sus anexos.
Nos quedaría pendiente una modificación del Anexo C, incluyendo la palabra venta, en lugar de cesión. Recuerde también el lector que en el Anexo B se contempla la construcción de la esclusa de navegación, incumplido en 50 años del Tratado. Es una deuda social más grande que la luna, especialmente para un país mediterráneo.
Por último, el lector debe saber con rigurosidad patriótica que la libre disponibilidad es un derecho inalienable, contemplada en el tratado. ¡Ya basta la cesión miserable que soportamos durante 40 años!
Pérdida
¡Ojo! Todavía no demostramos que la supuesta ventaja del Paraguay en el último entendimiento con Brasil es una pérdida encubierta.
(*) Ingeniero agrónomo, electricista, licenciado en Teología. Msc en Planificación y cursante en lenguas semíticas en la Universidad Hebrea de Jerusalén. Exsuperintendente de Energías Renovables de Itaipú Binacional.