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La decisión de la actual administración de la ANDE de elevar el tarifario que había acordado con una cincuentena de empresas del Grupo de Consumo Intensivo Especial (criptominerías) desató denuncias de irregularidades en la comercialización de la energía eléctrica, hasta en la administración de la ANDE, entre las cuales resaltan fuertes pedidos de coima, para que los usufructuadores ilegales de la energía del Estado paraguayo garanticen la “vista gorda” de altos funcionarios de la empresa eléctrica.
En el marco del conflicto, recordemos, está pendiente en la cámara alta un proyecto de Resolución de interpelación al presidente de la ANDE, Ing. Félix Eladio Sosa Giménez, cuya concreción habrá de resolverse en los días restantes de este mes.
En el contexto de esta incómoda coyuntura, la aparición de la Memoria 2023 de la estatal realimentó el espíritu crítico de un grupo de técnicos, conocedores de la materia, quienes enviaron sus opiniones sobre las aristas más puntiagudas del informe en cuestión.
“Las pérdidas están maquilladas, seguro que está encima del 30%”, opinó el primero de los técnicos que llamó, con quien acordamos mantener su nombre en el anonimato con el fin de evitar represalias.
Luego de la premisa, la conclusión inevitable, e indeseable, principalmente para los clientes de la categoría Residencial de la empresa eléctrica: “los números muestran que si la ANDE no reduce sus pérdidas, así como la morosidad de sus clientes, necesitará aumentar sus tarifas”.
El latigazo, como un valor agregado al diagnóstico, de inmediato se escucha restallar: “los números no le cierran debido a la ineficiencia de sus administradores”.
Otro participante de esta atípica colecta de opiniones advertía que si no fuera por la tarifa intermedia de Itaipú de 2023, “la ANDE hubiera estado peor” y añadió otra consecuencia que hasta hoy, inclusive los voceros de la estatal, la admiten, pero ñe’e mbeguépe: “el aumento de Itaipú para este año -también para el 2025 y el 2026- tenderá a empeorar la situación si no hay correcciones”.
No obstante, aunque parezca contradictorio, sostuvo que esa corrección no vendrá como consecuencia de un aumento tarifario.
Sin perder la línea de las pérdidas de la empresa eléctrica, un tercer opinante señalaba que había leído que uno de los diarios capitalinos atribuye al Ing. Sosa la versión según la cual la pérdida anual de la empresa eléctrica es de US$ 60 millones.
Preguntado por qué razón dudaba de esa afirmación, el técnico respondió que si la tarifa promedio es de US$ 50,65/ MWh y las pérdidas totales suman 6.300.000 MWh, el derroche anual de la ANDE ronda los US$ 319 millones por año. “En la memoria está”, agregó el técnico con aire de suficiencia.
ANDE-Yacyretá
En lo concerniente a la complejizada relación de la empresa eléctrica con la Entidad Binacional Yacyretá, nuestros interlocutores recordaron que, por un lado, el informe de Cammesa (Compañía Administradora Mayorista del Mercado Eléctrico (de Argentina) informa que la empresa paraguaya retira el 50% en forma permanente de Yacyretá y que con el frío la prioridad de uso del gas es para calefacción y no para generar energía eléctrica, razón por la cual Argentina debe importarla de Brasil o Uruguay.
Nuestros interlocutores, de acuerdo con las fuentes que consultan, señalan que la ANDE, de enero a marzo de este año, retiró energía de Yacyretá con el valor de la tarifa que el Paraguay reconoce -US$ 22,63 por MWh- la cantidad de energía equivalente US$ 5,5 millones.
Añaden que en mayo último la estatal paraguaya retiró energía por valor de US$ 7,4 y que en junio pasado esa suma, es de la cantidad utilizada para traer energía desde la central paraguayo/argentina, más de US$ 13 millones, un dato que hasta las conversaciones del último viernes aún no podían precisar.
De paso, reiteremos, pareciera que en el interior de los órganos de administración de la entidad binacional hay un “acuerdo binacional” para ocultar informaciones, a las que durante los anteriores gobiernos -ambas altas partes contratantes- se accedía con suma facilidad.
Ni la margen paraguaya de Yacyretá, tampoco sus responsables argentinos, en nuestro caso desde agosto de 2023- rinden cuentas ante los contribuyentes, de situaciones que no merecen ese tratamiento de “secretos de Estado”.
Nos referimos a la producción mensual de Yacyretá, el porcentaje que aprovecha la ANDE y la cantidad que retira la parte argentina. Hay muy poca información sobre la situación del parque generador, sobre el presente del proyecto de construcción de una nueva central en contexto de Yacyretá, en las inmediaciones del vertedero del brazo Aña Cua del río Paraná, ya en los intestinos del territorio paraguayo.
La situación de la deuda argentina con el Paraguay por cesión de energía adquiere estado público solo cuando a los cobradores de turno les sirve para reforzar su imagen. Menos se sabe de la deuda argentina con la binacional por energía suministrada y casi nada sobre la cuenta del pasivo del ente clasificada como “compensación en razón de territorio inundado”.
Sobre la reanudación de las frustradas tratativas para la revisión del Anexo C del Tratado de Yacyretá, pese a que el plazo establecido para el cumplimiento de ese compromiso del Tratado de Yacyretá caducó hace diez años, nada se informa, ni en Asunción y mucho menos en Buenos Aires.
Tras la impensada digresión, volvamos a los aportes de nuestras fuentes: En los seis primeros meses del año en curso, la ANDE retiró de Yacyretá por US$ 44 millones, por 1.963 GWh, detallaron.
Agregan, como factor de comparación, que en todo el ejercicio 2023, la empresa eléctrica nacional retiró de Yacyretá 1884 MWh, por 42,6 millones de dólares.
“De enero a junio del 2023 la ANDE retiró 890 MGWh de Yacyretá y, este año, en el mismo período, 1963 GWh”, detallaron nuestros informantes.
“A la Argentina no le conviene mostrar que Paraguay usa la mitad y a la ANDE no le conviene exhibir que está gastando mucho más”, apuntó uno de los técnicos.
De pronto, nuestros informantes cambiaron de rol y, a su turno, se recurrieron a las preguntas: ¿adónde va toda la energía adicional que llevan, porque también de Itaipú la ANDE está retirando”.
En otras palabras, la ANDE debe aclarar qué hace con toda la energía que está retirando de Yacyretá e Itaipú, porque, según datos oficiales, también aumentó la cantidad que retiró este año de la central paraguayo/brasileña. Esperemos que el diablo, llamado criptominera ilegal, no esté metiendo la cola.
Aumento
Los números muestran que si la ANDE no reduce sus pérdidas, así como la morosidad de sus clientes, necesitará aumentar sus tarifas.
Pérdidas
Si la tarifa promedio es de US$ 50,65/MWh y las pérdidas suman 6.300.000 MWh, el derroche anual de la ANDE ronda los US$ 319 millones por año.
Ramón Casco Carreras