Cargando...
De acuerdo con las recomendaciones de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), adaptándolas a las circunstancias de Paraguay, la definición de ocupación informal considerada por el Instituto Nacional de Estadística (INE) incluye a:
1. Empleados y obreros públicos: que no aportan al sistema de jubilación o pensión.
2. Empleados u obreros privados: que no aportan al sistema de jubilación o pensión, independiente de la situación de la empresa donde trabaja.
3. Patrones o empleadores: cuya empresa no está inscripta en el Registro Único de Contribuyentes (RUC) de la Dirección Nacional de Ingresos Tributarios (DNIT).
4. Trabajadores por cuenta propia: cuya empresa no está inscripta en el RUC de la DNIT.
5. Trabajadores familiares no remunerados: independientemente de que la empresa donde trabaja tenga o no RUC.
6. Trabajadores domésticos: que no aportan al sistema de jubilación.
El último informe de ocupación informal revela que entre los años 2022 y 2023 los trabajadores en condiciones de irregularidad laboral aumentaron en aproximadamente 26.000 personas, destacándose las mujeres con la mayor tasa de informalidad, tanto en el área rural como urbana. Así, hasta el período anterior en el país existían 1.472.704 personas laborando de manera informal, siendo el empleado/obrero privado, seguido del trabajador por cuenta propia y el trabajador/a doméstico/a los más contratados bajo condiciones laborales de irregularidad. En lo que respecta a otras características como las vinculadas con la edad, los empleados con 20 a 29 años lideran el grupo de personas ocupadas en condición de informalidad con un claro decrecimiento en los demás grupos de edades, que incluyen a adultos mayores donde se observa igualmente un importante número de personas ocupadas informales.
Cuando se desagrega por años de instrucción, la mayor concentración se encuentra en el segmento de trabajadores con bachillerato y primaria culminados. En menor cantidad, los empleados con nivel terciario.
Así también, los datos del INE muestran que alrededor del 80% de la ocupación informal está en las empresas consideradas micro, pequeñas y, en parte, en las medianas empresas. A decir, desde las que emplean entre 1 a 50 personas. En los demás tamaños se observa de la misma manera un importante nivel de empleo irregular, así como en el trabajador/a doméstico/a, tal como se comparte en la infografía.
Al desagregar por actividad, en el comercio, restaurante, hoteles, así como en los servicios sociales, comunales y personales se encuentra la mayor cantidad de personas laborando de manera informal. De acuerdo con las estadísticas, en la construcción y en las industrias manufactureras también existen ocupados informales, aunque en menor cantidad.
En lo que respecta al componente de ingresos, el importante número de trabajadores en condición de informalidad percibe menos de 1 salario mínimo, seguido de los que reciben entre 1 a 1,5 como ingreso básico y del mencionado tramo hasta a 2 remuneraciones.
“Todos los paraguayos trabajadores deben estar dentro de un sistema de seguridad social”
Cuando se plantean políticas para la incorporación a la seguridad social de trabajadores que están fuera de la misma, las propuestas siempre apuntan al IPS como actual sistema previsional obligatorio. Sin embargo, la institución ya no cuenta con la infraestructura para incluir ni administrar a nuevos cotizantes en materia de salud ni jubilación, a menos de que se realicen profundas reformas para reencauzar el complicado escenario del sistema previsional más importante del país. Ante el mencionado panorama surgen ideas y alternativas para explorar otros esquemas que involucren al sector privado en la prestación de salud, de pensiones y jubilaciones, tal como ocurre en otros países del mundo.
Un modelo que podría ser analizado consiste en establecer tramos de salarios de los empleados y la efectiva aplicación de una tasa en el momento del cumplimiento tributario de las empresas, las que funcionarían como intermediarias para el proceso de cotización de sus empleados a un sistema de seguridad social.
Del porcentaje establecido como aporte al fondo de salud se podría distribuir de la siguiente manera: una parte para el pago a un prestador de seguro médico privado y la otra, al Fondo Nacional de Recursos Solidarios para la Salud (FONARESS) para la cobertura de enfermedades catastróficas.
En tanto que, para el esquema de jubilaciones y pensiones las conocidas como administradoras de fondos de pensiones podrían ser creadas por el sistema financiero del país para que incluso el cotizante pueda optar dónde depositar sus ahorros o migrarlos a otra entidad en caso de que así lo decida. Esto, al considerar que ya existe en el país un órgano como la superintendencia de pensiones y jubilaciones para regular y supervisar este tipo de esquemas y operaciones.
Además, que las personas con ingresos mayores al promedio puedan adherirse a un sistema de capitalización individual bajo determinadas condiciones. A decir y de acuerdo con organismos internacionales, donde canalicen sus contribuciones a cuentas individuales de ahorro para ser invertidas en instrumentos financieros por parte de las administradoras de fondos de pensiones. De esa manera, al momento de la jubilación, los ahorros acumulados en estas cuentas son transformados en un flujo de ingresos mensuales, por ejemplo, a través de rentas vitalicias ofrecidas por compañías de seguros de vida.
En el mismo contexto y a modo de recordar lo referenciado en documentos de la OIT, en América Latina, el funcionamiento de los sistemas previsionales varía de país a país.
En tal sentido, las pensiones “contributivas” (financiadas con aportes de trabajadores y empleadores) constituyen la columna vertebral de los sistemas previsionales de la región. Aunque también existen los programas de pensiones “no contributivas” financiados a través de rentas generales), que en los últimos años ha crecido de manera importante. Es de mencionar que normalmente existen dos tipos básicos de sistemas contributivos: el sistema de reparto con beneficio definido y los sistemas de capitalización de contribución definido (ya explicado en párrafos anteriores). En los sistemas de reparto, las contribuciones de los trabajadores activos se utilizan para pagar las pensiones de los jubilados activos bajo una gama de parámetros tales como edad de jubilación, el número de años de servicios y el salario promedio previo a la jubilación.
Como se ha expuesto, la aún alta informalidad en el país, por consiguiente, la baja cobertura social, representa un importante desafío para el bienestar de la población, el desarrollo y crecimiento del país, así como para las finanzas públicas. Esto, al considerar que el Estado debe asistir a las personas que están fuera del sistema previsional. Por tanto, el impacto necesariamente termina siendo fiscal por los recursos que deben destinarse a financiar el aumento de los programas sociales en detrimento de otros componentes del gasto público.
Ante este panorama urge desplegar políticas que permitan el ingreso de los ocupados informales a un sistema de seguridad social para mitigar el impacto ya estimado en el corto, mediano y largo plazo.
80%
Los datos del INE muestran que alrededor del 80% de la ocupación informal está en las empresas consideradas micro, pequeñas y, en parte, en las medianas.
Modelo
Un modelo que podría analizarse consiste en establecer tramos de salarios de empleados y la efectiva aplicación de una tasa en el momento del cumplimiento tributario de las empresas.
Alta
Alta informalidad en el país, la baja cobertura social, representa un importante desafío para el bienestar de la población, el desarrollo y crecimiento del país.
Urge
Urge desplegar políticas que permitan el ingreso de ocupados informales al sistema de seguridad social para mitigar el impacto en corto, mediano y largo plazo.