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Es de mencionar, que un análisis del mismo organismo daba cuenta que, tras una década de aumento de la deuda pública, la crisis de la pandemia había ampliado el endeudamiento total a un nivel máximo en 50 años, es decir, el equivalente a más del 250% de los ingresos fiscales.
Así, alrededor del 60% de los países más pobres ya estaban sobreendeudados o presentaban un alto riesgo. En tanto que la carga del servicio de la deuda en los países de ingreso mediano llegaba a su punto más alto en 30 años.
Cálculos del Instituto Internacional de Finanzas (IIF) refiere que la deuda de todos los países, las empresas y hogares a nivel mundial al cierre del año 2022 se encontraba en aproximadamente US$ 299 millones o 338% del Producto Interno Bruto (PIB) mundial.
El volumen representa la segunda caída consecutiva de doce puntos porcentuales registrada. Pese a la reducción, el nivel sigue estando por encima de la prepandemia.
En el contexto anterior, parte del documento señala que, luego de un importante aumento durante los años 2020 y 2021 para hacer frente a la pandemia, la deuda mundial disminuyó en US$ 4 billones durante el 2022. Los países ricos pasaron de US$ 206,7 billones de pasivo en 2021 a US$ 200,8 billones en 2022. En tanto que, en los países emergentes, el volumen de deuda se incrementó en US$ 2 billones el año pasado hasta los US$ 98,2 billones.
Debido a que las condiciones crediticias mundiales son cada vez más restrictivas, uno de cada cuatro MEED ha perdido acceso a los mercados internacionales de bonos. La presión es especialmente grave en el caso de los mercados emergentes y economías en desarrollo con vulnerabilidades subyacentes, como una baja capacidad crediticia, se remarca en el informe “Perspectivas económicas mundiales” del Banco Mundial.
En palabras de Ayhan Kose, economista en jefe adjunto del Grupo Banco Mundial, “muchas economías en desarrollo están haciendo grandes esfuerzos para hacer frente al escaso crecimiento, la inflación persistentemente alta y los niveles de deuda sin precedentes.
Sin embargo, su situación podría empeorar si surgen otros peligros, como la posibilidad de que nuevas tensiones financieras en las economías avanzadas generen efectos secundarios más generalizados”. Por tanto, desde el organismo, enfatizaron que los responsables de la formulación de políticas de estas economías deben actuar con prontitud para evitar el contagio financiero y reducir las vulnerabilidades internas a corto plazo.
En la presente edición se describe y analiza el comportamiento de la deuda pública en Paraguay.