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A modo de recordar, el transporte es el movimiento de personas y bienes a lo largo de un espacio físico determinado. Se realiza por vía terrestre, aérea, fluvial, marítima o una combinación de estas.
En ese contexto, se encuentra la economía del transporte que se refiere a una de las ramas de la teoría económica encargada de analizar el conjunto de elementos y principios del transporte de personas y bienes. A través de esta disciplina se pueden realizar estudios diversos enfocados en el sector.
La alta dependencia de movilidad de personas y mercancías que tiene la sociedad explica la importancia del transporte en la economía. Por un lado, las personas demandan transporte para movilizarse de sus hogares al trabajo, a espacios de ocio o simplemente a visitar a familiares y amigos. Por otro lado, las empresas demandan movilidad para enviar o recibir insumos para la producción como así también bienes intermedios y finales.
A la hora de entender la demanda por transporte y aunque la misma tiene muchos factores que inciden en ella como el tiempo, las tarifas y las preferencias de los consumidores, el transporte no se demanda como actividad principal, sino que como un instrumento para satisfacer alguna otra necesidad o actividad.
Es de mencionar que un contenedor en las rutas comerciales potenciales tarda 44 días desde que entra en el puerto del país exportador hasta que sale del puerto de destino, con una desviación típica de 10,5 días. Ese lapso representa el 60% del tiempo necesario para el comercio internacional de mercancías, de acuerdo con el Índice de Desempeño Logístico (IDL) del Banco Mundial, que analiza el desempeño de la cadena de suministro en 139 países.
En palabras del Ceo de DHL Global Forwarding, Tim Scharwath, a pesar de que el transporte de mercancías se ha venido normalizando, el volumen del comercio aún está por debajo del nivel de 2019 como media global, aunque ahora está muy cerca de igualarlo. “El mayor riesgo para el sector sería que la demanda se mantuviera muy baja. Vemos una baja demanda en grandes mercados como Europa y EE.UU. basada en la inseguridad del consumir. Esta se basa en la inflación que tenemos a nivel mundial”.
Scharwath sostuvo que para que las economías se desarrollen desde el punto de vista de la exportación en América Latina y el Caribe, es necesario que haya más tecnología para impulsar la producción y que los países inviertan más en infraestructuras.
Cifras del Banco Mundial revelan que la digitalización en la cadena de suministro de extremo a extremo, especialmente en las economías emergentes, está permitiendo a los países acortar los retrasos portuarios hasta un 70% en comparación con los de las naciones desarrolladas. Además, la demanda de logística ecológica está aumentando, con 70% de los cargadores buscando opciones respetuosas con el medio ambiente cuando exportan a países de renta alta.
¿Cómo está la oferta y la demanda del sector transporte en Paraguay? ¿Qué revelan los datos? Estos y otros puntos son presentados en esta entrega.