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Con respecto a la fuerza de trabajo (FT) y antes de presentar los datos, es importante mencionar que ella está conformada por las personas de 15 y más años de edad, que en los 7 días anteriores a la jornada de la entrevista realizaron alguna actividad económica por lo menos por una hora (población ocupada) y por las que no trabajaron ni una hora en una actividad económica, estaban disponibles para trabajar y buscaron activamente trabajo (población desocupada).
De acuerdo con el informe del Instituto Nacional de Estadística (INE), en el país 3.737.646 personas formaban parte de la FT y 1.589.208 se encontraban fuera de ella en el último trimestre de 2022, es decir, entre los meses de octubre, noviembre y diciembre.
Dentro de la considerada fuerza de trabajo, llamada anteriormente Población Económicamente Activa (PEA) y que fue modificada en la 19ª Conferencia Internacional de Estadísticos del Trabajo (CIET), se agrupa a la población ocupada y desocupada. Así, en el cuarto trimestre de 2022, 3.525.381 y 212.265 trabajadores, respectivamente, formaban parte de los mencionados grupos. Dentro de los ocupados, la subempleada por insuficiencia de tiempo de trabajo albergó a 154.974 personas, mientras que la combinación de la subocupación y desocupación reunió a 367.239 hombres y mujeres del país.
Composición del mercado laboral: ocupados, desempleados y subocupados
Desde los primeros registros del INE del año 2017, la población ocupada fue en claro crecimiento hasta la disrupción provocada por la crisis sanitaria. En tal sentido, el segundo trimestre de 2020, período más complicado de la pandemia, la ocupación cayó a un mínimo histórico de 3.133.673 personas que trabajaron con o sin remuneración por lo menos una hora en el período de referencia o que, aunque no hubieran trabajado, tenían empleo del cual estuvieron ausentes por motivos circunstanciales (enfermedad, licencia, vacaciones, paro, beca, etc.).
Para los siguientes trimestres se observa un proceso de recuperación con una leve caída en el segundo trimestre de 2021. La reconducción coincidió con la campaña de vacunación y reapertura gradual de la economía.
Al considerarse el promedio móvil de 3 meses, este permite observar la tendencia de movimiento de la variable excluyendo los picos o subas que registran una sostenida caída a lo largo de casi todo el año 2020 y luego una tendencia constante que refleja la recuperación de la población ocupada durante todo el año 2021. En tanto, el 2022 mostró una leve caída en el primer trimestre del año con un comportamiento estable a lo largo del resto del período.
En el último trimestre del 2022 se registraron 3.525.381 personas ocupadas. En el comparativo interanual, los datos del INE muestran que alrededor de 12.000 personas más ingresaron dentro de la población ocupada y en el intertrimestral, es decir, entre el tercer y cuarto trimestre de 2022, más de 7.600 trabajadores.
Si bien uno de los factores que inciden en el crecimiento de la tasa de ocupación se vincula al cambio de la estructura demográfica y al crecimiento de la población, la recuperación de la población ocupada está explicada por el repunte de la actividad económica.
Al observar la población subocupada, es decir, personas que trabajaron menos de un total de 30 horas por semana en su ocupación principal y en otras (si las tiene) y desean trabajar más horas por semana y están disponibles para hacerlo, el comportamiento del grupo ha estado marcado por fluctuaciones durante los cortes trimestrales de 2022. La mayor caída se muestra en los últimos tres meses del año con 145.788 subocupados tal como se observa en el gráfico.
La reducción refleja la mayor absorción de mano de obra a tiempo completo de los trabajadores durante los meses de octubre, noviembre y diciembre de 2022, periodo caracterizado igualmente por la mayor actividad económica durante las fiestas de fin de año.
Es de recordar que, desde el inicio de la crisis sanitaria, los datos del INE muestran un crecimiento hasta el tercer trimestre de 2020. De hecho, fue el mayor pico registrado con más de 300.000 trabajadores. Se observa una desescalada hasta el primer trimestre de 2021 con un nuevo aumento durante los meses de abril, mayo y junio del mismo periodo. Desde entonces, la cantidad de personas subocupadas reporta un descenso hasta ubicarse en 159.800 al cierre de 2021.
En el comparativo interanual (cuarto trimestre 2020/2021), se verifica una reducción de aproximadamente 74.000 personas en la categoría en análisis y de casi 20.000 en el intertrimestral.
En cuanto a la población desempleada, los antecedentes muestran importantes caídas en determinados periodos económicos. En la primera ola de la pandemia, el INE registró a 256.882 personas fuera del mercado laboral. Pero, la mayor cantidad de personas desempleadas se había dado en el segundo trimestre del 2021 con 318.984 personas sin empleo.
Los últimos datos muestran que el comparar el cuarto trimestre de 2022 con el mismo periodo, pero del 2021, se observa una reducción de unas 45.000 personas dentro de la población desempleada y de alrededor de 26.000 trabajadores fuera del circuito laboral.
De esta manera, entre los meses de octubre, noviembre y diciembre del año pasado, 212.285 personas de la fuerza de trabajo estaban sin empleo en los últimos 7 días y disponibles para trabajar de inmediato. Además, habían tomado medidas concretas durante los últimos 7 días para buscar un empleo asalariado o un empleo independiente.
En este punto es de recordar que, durante los meses más críticos de la pandemia, miles de personas quedaron fuera del circuito laboral, por lo que debieron buscar otras alternativas de empleo para seguir generando, en parte, recursos. Con la reapertura económica, muchas de estas personas retomaron sus actividades.
Así, al cuarto trimestre del 2022, Paraguay reportó un poco más de 367.239 personas entre desempleadas y subocupadas, lo cual representó alrededor del 10% de la fuerza de trabajo en el país.
En próximas ediciones se analizarán los datos sobre empleo por sectores económicos, género, ingresos e informalidad en el país.
2022
El 2022 se caracterizó por una coyuntura económica conocida como “estanflación”, es decir, un periodo de alta inflación y bajo crecimiento.
Mundial
La perspectiva mundial del mercado del trabajo sufrió fuerte deterioro, traducido en déficit global de empleo de 473 millones de personas o tasa de incidencia de 12,3%.
