Poesía japonesa (1): el Kokinshu

Si se habla de poesía japonesa, resulta obvio que el haiku ha acaparado por completo la atención de los lectores y editores occidentales. Esta serie nos invita a conocer y disfrutar de la riqueza y la variedad de una tradición que es mucho más amplia y heterogénea de lo que pensamos.

Retrato de Ki no Tsurayuki por Kikuchi Yosai.
Retrato de Ki no Tsurayuki por Kikuchi Yosai.Gentileza

El Kokin Wakashu, comúnmente abreviado como Kokinshu, es una antología de 1111 poemas hecha por orden del emperador Daigo (897-930) a comienzos del siglo X. El significado literal de Kokin Wakashu es «Colección de poesía japonesa [waka] antigua y moderna». El término waka significa «poema japonés» o «canción japonesa» y comenzó a utilizarse durante el periodo Heian (794-1185) para la poesía originaria de Japón, diferenciándola así de la poesía de origen chino, conocida como kanshi.

El poeta encargado de realizar este arduo trabajo de compilación fue Ki no Tsurayuki (¿872?-¿945?), quien pertenecía al quinto de los nueve rangos de la aristocracia. Para ser exactos, era «Nivel Menor del Quinto Grado en Categoría Inferior». Tsurayaki también escribió el prefacio de la obra. Los poetas incluidos en la antología pertenecían a distintas clases sociales. Aquellos que figuran como «Anónimo» eran plebeyos.

La frescura de esta poesía de hace once siglos repercutió de manera asombrosa en generaciones posteriores, y en autores tan importantes como Matsuo Basho. Sin embargo, para entender y para gozar este tipo de poesía hay que conocer, en primer lugar, su contexto.

Para comenzar, la mayoría de los poemas recogidos en el Kokinshu, excepto 9, son tanka. ¿Qué es el tanka? Dentro del waka («poema japonés») se distinguen el choka (literalmente, «poema largo») y el tanka (literalmente, «poema corto»). El tanka consta de 31 sílabas distribuidas en cinco versos, con la estructura 5-7-5-7-7. Por ejemplo, el tanka «Compuesto con motivo de la nieve que había caído», del propio Tsurayuki: kasumi tachi / ko no me mo haru no / yuki fureba / hana naki sato mo / hana zo chirikeru. En castellano:

«Se levanta la neblina

y entre los brotes de primavera

al caer la nieve,

hasta en los pueblos sin flores

las flores se derraman».

Otros poemas compilados en el Kokinshu evocan las estaciones del año. Como, por ejemplo, este tanka «Compuesto el último día del sexto mes», obra de Mitsune: Natsu to aki to / yukikau sora no / kayoiji wa / katahe suzushiki / kaze ya fukuramu. En castellano:

«En el camino del cielo,

por donde se van cruzando

el verano y el otoño,

por un lado ya viene

soplando el fresco viento».

Parte del prefacio del Kokin Wakashu (Museo Nacional de Tokio).
Parte del prefacio del Kokin Wakashu (Museo Nacional de Tokio).

El tanka llegó a ser muy popular y predominó hasta el siglo XV, cuando apareció y fue cobrando prevalencia una forma poética de creación colectiva llamada renga, que a su vez cederá su sitial al haiku en el siglo XVII.

El Kokinshu está dividido en veinte libros y su contenido está clasificado por temas vinculados a la naturaleza, las estaciones del año, el amor, la aflicción, el viaje, las despedidas, etc.

Los aristócratas de la época Heian se preciaban de tener talento artístico. La estructura social era rígida –a tal punto que el color de la ropa correspondía a la jerarquía de la persona–, y la voz del emperador era ley. La sociedad estaba dividida en clanes, y la aristocracia en nueve rangos. Cada rango tenía dos niveles: mayor y menor. Los miembros de la aristocracia no pagaban impuestos ni recibían castigos severos por cometer crímenes; al morir, eran enterrados en tumbas grandes y ostentosas. Las mujeres pertenecientes a la aristocracia no eran vistas en público. Solían pasar el tiempo en sus casas y jardines, y cuando salían utilizaban carruajes con persianas, de modo que ellas podían observar el mundo externo, pero el mundo externo no podía observarlas a ellas. El sistema de gobierno era el Ritsuryo, inspirado en la dinastía china Tang (618-907). El ideal del estado Ritsuryo era un gobierno completamente centralizado y compuesto exclusivamente por aristócratas.

Sin embargo, aunque en teoría el emperador tenía un poder absoluto, en la práctica hubo un clan en particular, el clan de los Fujiwara, que llegó a acaparar los rangos superiores del gobierno y el poder político. Fue precisamente el emperador Daigo el que le puso límites. Por eso, la orden de compilar el Kokinshu no fue casual. El siglo IX fue conocido como la «edad oscura» de la poesía japonesa debido al predominio de la poesía escrita en chino. Desde la segunda mitad de ese siglo, no obstante, la escritura del waka se volvió más frecuente en la corte. Finalmente, entre fines de ese siglo y principios del siguiente, el siglo X, con el Kokinshu, la poesía japonesa se presentaba como una alternativa a la poesía china, con la pretensión de ser la poesía «oficial» de la corte. En el prefacio de la antología, Tsurayaki se remonta al Manyoshu, una antigua colección de poesía japonesa. Lo que se pretendía con el Kokinshu era presentar el ideal histórico de una época antigua y esplendorosa, anterior los tiempos en los cuales los emperadores habían comenzado a verse desplazados del poder por el clan Fujiwara. Pero para no celebrar a reyes ni aristócratas, despedimos este artículo con un poema de autor anónimo compilado en el Kokinshu. Y con una invitación a explorar estéticas distintas a las de Occidente, teniendo cuidado de no caer en el exotismo.

«Pájaro cuco

del monte de cañas,

¿será que al igual que yo

de tanto quererle

no consigues dormir?»

(ashihiki no / yama hototogisu / waga goto ya / kimi ni koitsutsu / inegate ni suru).

*La versión en castellano de los poemas incluidos en este artículo es obra de Torquil Duthie y se encuentra en su libro Poesía clásica japonesa [Kokinwakashū] (Madrid, Trotta, 2005).

Torquil Duthie: Poesía clásica japonesa [Kokinwakashū] (Madrid, Trotta, 2005).
Torquil Duthie: Poesía clásica japonesa [Kokinwakashū] (Madrid, Trotta, 2005).

Referencias

Bermejo, J. M. (1997). Nieve, luna, flores. España: Calima Ediciones.

Cabezas García, A. (1989). Jaikus inmortales (A. Cabezas García, Trad.). Madrid: Hiperión.

Cabezas, A. (1990). La literatura japonesa (A. Cabezas, Trad.) Madrid: Hiperión.

Duthie, T. (2005). Poesía clásica japonesa [Kokinwakashū] (T. Duthie, Trad.). Madrid: Trotta.

Liberio del Zotti, C. (1976). Antología de la poesía japonesa antigua (C. Liberio del Zotti, Trad.). Zaragoza: Litho Arte.

Rubio, C. (2005). Kokinshuu. Colección de poemas japoneses antiguos y modernos (El canon del clasicismo) (C. Rubio, Trad.) Madrid: Hiperión.

*Gian Pierre Codarlupo (Paita, 1997) es licenciado en Lengua y Literatura por la Universidad Nacional de Piura, escritor, periodista, miembro del equipo editorial de la revista cultural chilena Mal de Ojo y de la Editorial Conunhueno, de Valparaíso, y corresponsal extranjero de El Suplemento Cultural. Ha publicado el poemario Caída de un pájaro en el mar (Universidad Nacional de Piura, 2018). Actualmente, vive en Madrid.

Ki no Tsurayuki (¿872?-¿945?)
Ki no Tsurayuki (¿872?-¿945?)

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