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–Esta vez sí que no entendí nadaité loo, tío –le digo al tío Gervasio apenas nos sentamos a empezar nuestra columna dominical en el Cooltural.
–¿Qué no entendiste? –me responde él–. Además de contar la historia de unos inmigrantes tamiles que huyen de Sri Lanka a Europa, y de estar inspirada en parte en la novela satírica epistolar Las cartas persas, del barón de Montesquieu, Charles Louis de Secondat, también aborda el Síndrome del Trastorno de Estrés Post Traumático.
–¿Síndrome del Trastorno de Estrés Post qué? –le digo yo.
–Traumático.
–Aaaah, pero eso nio es salud. ¿Por qué gua’u vamos a hablar de eso acá, en esta columna de Cine, Filosofía y Ciencias Sociales en el Cooltural de ABC? –le pregunto.
–Te recomiendo guglear los últimos documentos de la Organización Mundial de la Salud en los cuales la definición de Salud dice lo siguiente: «La salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades» –casi de reojo me contesta.
–Aaaah, «social» dice, tenés razón, social, y esta columna es de Cine, Filosofía y Ciencias So… Sí, ahora ya cacé toíto, tío –le digo, tomo mi taza de té y le interrogo de nuevo–. ¿Qué me decías de ese tal Síndrome del Trastorno de Estrés Post Traumático y de la película esta que vimos?
–El Síndrome del Trastorno de Estrés Post Traumático es un conjunto de síntomas que aparecen en seres humanos sometidos a situaciones de trauma fuertes, como conflictos armados, accidentes de tránsito, violencia doméstica, agresión sexual, terrorismo o catástrofes naturales –me pone al tanto.
–E’ana, en serio piko.
–Habitualmente, en las personas sometidas a escasos traumas en su vida las hormonas y químicos que secreta el cuerpo desaparecen una vez que ha mermado el trauma y vuelven a sus niveles normales –me sigue contando respecto a este síndrome que yo no conocía.
–No me vas a decir que….
–Seee, en los personajes de esta peli, por haber estado prolongadamente expuestos al evento traumático o por la magnitud del mismo, las hormonas y los químicos en general no sólo permanecen más tiempo, sino que sus niveles pueden volver a subir, desencadenados por algún evento aleatorio cualquiera del ambiente –termina de contarme el tío.
–¿Así loo? –vuelvo a inquirir.
–Así mismo. Hay personas que, por ejemplo, están durmiendo de madrugada y cualquier tres por tres que un vecino tira en la casa de al lado detona en su organismo el estado de alerta –me cuenta.
–¿En serio me decís? –todavía no termino de creerle.
–Sí, tienen pesadillas, aumentan sus palpitaciones y sudoración, se ponen alerta, cancelan su capacidad de hablar de sentimientos y adoptan una postura de constante vigilancia –concluye, con el rostro serio.
–Me imagino che, no ha de dar gusto –concuerdo con él.
–Fijate en el estado de incomunicación en el que viven los protagonistas en esta peli: hablan, pero no se comunican; están juntos y comparten duras experiencias, pero apenas hablan de sus sentimientos, y sus miradas son inexpresivas, vigilantes siempre… –me explica.
–Ahora que lo decís, es cierto, che –convengo.
–No es para cualquiera –termina de comentarme adustamente.
–¿La película, o el Síndrome del Trastorno de Estrés Post Traumático?
–Ambos –dice, colgándose el morral al hombro, y agrega:– ¿Te espero abajo?
–Dale, cierro y bajo.
Ficha Técnica
Título: Dheepan
Género: Drama
País: Francia
Año: 2015
Dirección: Jacques Audiard
Reparto: Antonythasan Jesuthasan, Kalieaswari Srinivasan, Claudine Vinasithamby, Vincent Rottiers, Marc Zinga
Música: Nicolas Jaar
Fotografía: Éponine Momenceau
Guión: Jacques Audiard, Thomas Bidegain, Noé Debré
Producción: Pascal Cacheteaux
Duración: 109 min.