Chris Rock, con los Óscar a cuestas

El polifacético Chris Rock tiene en sus manos la conducción de la gala de entrega de los premios de la Academia de Hollywood. Este año es más complicada que nunca, con un boicot anunciado, porque no ha habido actores o actrices de color entre los nominados, pero a sabiendas de que los Óscar es un acto que se verá en más de 200 países.

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Meticuloso y brillante son solo dos de los calificativos que le ha dedicado a Chris Rock el productor de la ceremonia de entrega de la 88.a edición de los Premios Óscar, Reginald Hudlin. Pero el presentador de los premios de la Academia de Hollywood tiene este año un problema añadido con el boicoteo que van a representar varios actores y productores, mostrando su desacuerdo porque no hay ningún protagonista negro entre los nominados.

Entre los famosos que no acudirán por ese motivo a la ceremonia en el Teatro Dolby de Hollywood, el próximo 28 de febrero, están Will Smith y su esposa, Jada Pinkett; el director y productor Spike Lee o George Clooney.

A este problema se añaden los puntos de vista de actores, como Michael Caine y de la nominada Charlotte Rampling, quienes consideran que el debate resulta “racista” hacia los actores blancos.

Esta última ha comentado en un programa de la BBC británica: “Hay muchísimos actores negros. No puedes votar a un actor por el hecho de ser negro. No puedes decir: ‘Voy a votar por él. No es muy bueno, pero es negro. Lo votaré’. Tiene que hacer una buena interpretación”.

Por su parte, Caine ha comentado como consejo hacia sus compañeros de profesión: “Hay que ser paciente. Claro que les llegará. A mí me costó años lograr un Óscar”.

Otro que agregó más leña al fuego fue el productor de Schindler’s List, Gerald Molen, quien llamó “consentidos” a quienes protestan por la falta de inclusión en los Óscar. “No existe racismo, excepto para aquellos que crean el problema. Ese es el peor tipo de racismo. Emplear esa forma tan fea de protesta”, indicó en declaraciones a The Hollywood Reporter.

Por su parte, la actriz de color Viola Davis —nominada al Óscar por Doubt (2008) y The Help (2011), y ganadora de un Emmy como mejor actriz en una serie dramática, por How to Get Away With Murder— comentó en el programa Entertainment Tonight que “los Óscar son un síntoma de un problema mucho mayor, que es el sistema de producción de películas en Hollywood. Las oportunidades no se equiparan al talento existente. Ha de haber muchas más oportunidades. Hay que invertir en ello”.

Actores como Reese Witherspoon, Lupita Nyong’o o David Oyelowo también se han sumado al boicot y, llegando más allá, el actor, cantante y compositor Tyrese Gibson, y el rapero 50 Cent han solicitado a Chris Rock que renuncie.

En contraposición, han confirmado su participación en la ceremonia: Ryan Gosling, Whoopi Goldberg, Benicio del Toro, Tina Fey, Kevin Hart, Charlize Theron, Lady Gaga, Pharrell Williams, Sam Smith o The Weeknd.

Pero Rock, lejos de amilanarse, ha crecido al decir de Hudlin, también en el espacio televisivo Entertainment Tonight , en el que comentó: “Rock y su equipo de guionistas han decidido rehacer el que tenían montado antes del problema del boicot. Reescribirán un nuevo show”.

Escritor, actor, showman y productor

Porque las tablas que tiene Christopher Julius Rock III, de 51 años y nacido en Andrews, Carolina del Sur, son muchas y muy variadas en su múltiple y variopinta condición de escritor, actor, showman, productor y director de cine, desde que comenzó en el mundo del espectáculo, allá por 1985, en un club de Nueva York donde fijó su residencia.

En el cine se estrenó en el filme Beverly Hills Cop II, en 1987, de la mano de quien se convertiría, a partir de verle actuar, en su gran amigo, Eddie Murphy. Pero fue su intervención como miembro del equipo de humoristas en la serie Saturday Night Live, en 1990, lo que hizo que su figura fuera conocida y admirada por el público estadounidense.

Rock ha confesado que admira muchísimo a figuras como Eddie Murphy o Richard Pryor, y ya presentó la edición número 77 de los Óscar con un comentario ácido hacia Jude Law que el actor Sean Penn le recriminó en el escenario y, a buen seguro, que el guion que está preparando, y que se verá en más de 200 países, no se mostrará indiferente ante los acontecimientos que se están viviendo en Hollywood.

No en vano el artista lleva más de tres décadas de carrera como monologuista. Ha ganado cuatro premios Emmy en televisión, dos como mejor guión para programa de variedades o música, en 1997 y 1999, y otros dos como mejor especial de variedades, música o comedia, en 1997 y 2009.

También ha obtenido tres galardones Grammy de la industria musical por sus álbumes de comedia, en 1988, 2000 y 2006, aunque nunca ha sido nominado para los premios del tío Óscar.

Su humor corrosivo y ácido habitual siempre se ha considerado difícil de digerir entre los miembros más conservadores de la Academia, una institución que tiene una media de edad muy alta.

Curiosamente, tras la polémica y en una votación unánime, sus responsables aprobaron una serie de medidas para incrementar la diversidad de sus miembros con el objetivo –según un comunicado de la organización– de aumentar, para el 2020, la representación al doble el número de mujeres y minorías.

Según su presidenta, Chreyl Boone Isaac: “Las nuevas medidas acerca de la dirección y voto tendrán un impacto inmediato y dan comienzo al proceso de cambios significativos en la composición de nuestros miembros”.

El diario Los Angeles Times ofrecía hace unas semanas unas cifras elocuentes sobre la Academia de Hollywood: el 93 % de sus miembros son blancos; el 76 %, hombres, y la edad media es de 63 años, según datos recogidos del 2012.

La medida más relevante lanzada de inmediato ha sido que, a partir de este mismo año, cada nuevo miembro lo será por un periodo de 10 años y será renovado solo si continúa en una actividad ligada a la industria, con la idea de finalizar con los miembros vitalicios, que llevarían el título de “miembros honoríficos”, sin derecho a voto.

Evidentemente, algo está cambiando en las esferas de Hollywood que se verá en los próximos años y este, que va a presentar Rock, es el comienzo de una nueva era de los premios cinematográficos más importantes del mundo.

EFE/Reportajes

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