Fútbol, TV y política

Cuando se anunció que los partidos de la “Copa América Centenario” no iban a ser transmitidos por televisión en el Paraguay cundió el pánico en este país eminentemente futbolero. ¿Y quién apareció para llevar tranquilidad? Acertó: ¡“El Chapulín Colorado”! (valga lo de “Colorado”), quien anteriormente ya financió elecciones y candidatos, según propias palabras.

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Todo muy lindo. Ya vy’a pa enterove. El fútbol es pasión de multitudes, como suelen repetir nuestros comentaristas.

“Con emoción confirmo transmisión #Copa América por @ParaguayTVHD. Porque el fútbol es la pasión que nos une. Vamos @Albirroja”, expresó el propio presidente, Horacio Cartes, en su cuenta oficial de Twitter, confirmando su promesa anterior de realizar gestiones para que el magno evento deportivo llegue a todos los paraguayos por TV.

Reitero, muy loable la preocupación presidencial, pero vale la pena preguntar: ¿dónde termina lo público y comienza lo privado, o vice versa, en este emprendimiento?

Primero, el anuncio presidencial, que conlleva un sello oficial. Después un comunicado de la propia Secretaría de Comunicación (Sicom) de la Presidencia, que confirma las exitosas gestiones del presidente Cartes con los directivos de la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol). ¿En qué condiciones llegaron a un acuerdo?

“Unicanal SA adquirió los derechos de transmisión de la Copa América … y cedió sin costos a Paraguay TV… para su transmisión a todos los ciudadanos”, dice también el comunicado de la Sicom.

Si el presidente Cartes hizo las gestiones, ¿por qué le adjudicó finalmente los derechos de transmisión a Unicanal? ¿Y por qué este le adjudicó sin costos a Paraguay TV?

La Sicom también dice que “la transmisión estará disponible para todas las compañías de cable … sin costo adicional al público”.

Repito: ¿dónde comienza y termina aquí lo público y lo privado? ¿Por qué desde la Sicom se anuncia que Unicanal le permitirá la transmisión a los otros canales? Acertó de nuevo: Unicanal es otro medio de comunicación que adquirió el Presidente de la República, que se suma a las empresas periodísticas ya adquiridas, supuestamente no por él sino por miembros de su familia. ¡Puro bola! Son del propio Presidente. No es que me importe mucho, solo que la Constitución Nacional, en su artículo 235, “De las inhabilidades” para ser candidato a presidente de la República menciona expresamente a “los propietarios o copropietarios de medios de comunicación” (inciso 8).

No quiero ser aguafiestas y sacarles a los paraguayos la satisfacción de vibrar con la “querida albirró”, pero en este país debemos aprender a no mezclar los negocios públicos con los privados, porque a la larga quienes lo hacen pretenden llevar agua a su molino, y generalmente con dinero del propio pueblo contribuyente. Por eso, es necesaria una aclaración, punto por punto, de la forma en que el presidente Cartes y la TV Pública participan en este negocio, sin necesidad de esperar otra “Fifagate” para enterarnos.

Además, no creo que el presidente Cartes sea tan ingenuo como para no percatarse que se anotó con sus gestiones en esta ocasión un gran poroto. Si Paraguay cumple un gran papel en la Copa América, díganme si no será buen momento para lanzar la idea de la reelección.

cespedes@abc.com.py

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