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BRASILIA (ANSA, EFE, AFP). Aecio Neves, excandidato presidencial por el PSDB (principal partido opositor) y actual titular de ese grupo, dijo que respalda el “impeachment” contra Rousseff y que también dará apoyo a un eventual gobierno del vicepresidente Michel Temer, del Partido Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), que asumiría la primera magistratura si el juicio político destituye a Dilma.
“La gente está escandalizada, quiere que este gobierno se vaya”, declaró por su parte el diputado Pauderley Avelino, jefe de bancada del opositor partido Demócratas.
Mientras los opositores PSDB y Demócratas cierran filas para acelerar el “impeachment”, el PMDB, aliado del oficialismo, emite señales de distanciamiento definitivo con el Gobierno.
Como quedó demostrado ayer cuando el titular del PMDB y vicepresidente de la República, Michel Temer, no asistió al acto de asunción del nuevo ministro Lula da Silva en el Planalto.
Para votar el “impeachment” contra Rousseff se requiere una mayoría especial en el congreso, y si el PMDB rompe definitivamente con el Gobierno, sus legisladores más los de la oposición parecen estar cerca de ese número.
Engorroso proceso
La Cámara de Diputados eligió ayer a los 65 miembros de la comisión (con mayoría de miembros oficialistas, pero varios disidentes) que determinará si existen argumentos jurídicos para la apertura del juicio político a Dilma Rousseff.
Se la acusa de haber maquillado las cuentas públicas de 2014, durante la campaña electoral, para minimizar el impacto de la crisis y promover su reelección.
Rousseff tendrá un plazo de diez sesiones para presentar su defensa. Sus alegatos y la acusación se analizarán en cinco sesiones.
Si la comisión es favorable al juicio político, la palabra pasará al pleno de los 513 diputados, en el que el proceso avanzará si es respaldado por una mayoría calificada, de al menos dos tercios (342 votos).
Si eso ocurre, la palabra la tendrá al pleno del Senado, que por mayoría simple decidirá si enjuicia a la presidenta, para cuya destitución se requiere el voto de 54 de los 81 senadores.
En ese último caso, la mandataria deberá separarse del cargo hasta que concluya el proceso, para el cual habrá un plazo de 180 días, y en ese período sería sustituida por el vicepresidente Michel Temer, quien completaría el mandato (hasta el 1 de enero de 2019) si se llegara a la destitución.