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Los usuarios del trasporte público de pasajeros también contribuyen en ensuciar la ciudad. Arrojan por las ventanillas sus basuras, como envoltorios de caramelos, botellas de gaseosas o agua, en una muestra de total falta de conciencia y buena educación.
El paseo central de la doble avenida Defensores del Chaco se convirtió, en consecuencia, en un vertedero ilegal. Además, buscando supuestamente una salida, la administración comunal colocó un contenedor en la calle San Lorenzo y Sargento Silva, donde muchas veces la basura se pudre y el lixiviado se escurre por unas cuatro cuadras hasta llegar al arroyo San Lorenzo, afluente del lago Ypacaraí.
El concejal municipal Nelson Peralta (ANR), brazo derecho del intendente Albino Ferrer (colorado cartista), reconoció que la Municipalidad no está controlando la zona del mercado y que por eso la gente hace lo que quiere con los desechos. Igualmente, tampoco existe una política para que las cerca de 20.000 viviendas que no están incluidas puedan contar con el servicio de recolección.
El edil prometió que buscarán las soluciones a la insalubridad reinante.