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Si bien el turismo de compra ya se venía reduciendo desde inicios de año por apreciación del dólar en Argentina, en el mes de mayo hubo un pico de 17,7% de suba sobre el peso, acumulando una valorización del 42,7% en lo que va del año, cayendo por completo el atractivo de comprar en nuestro mercado. “Hoy esos consumidores ya no tienen ningún incentivo, y no sería raro como vimos hace un par de años, que la situación se revierta haciendo que paraguayos vuelvan a cruzar a Clorinda para comprar”, advirtió ayer el economista Manuel Ferreira durante una presentación en la Cámara Paraguaya de Supermercados (Capasu).
Ferreira explicó que pese a la intervención del Banco Central Argentino y la inyección de recursos por parte del FMI, no hay garantías de que la cotización se vaya a estabilizar, persistiendo una incertidumbre en los mercados internacionales. “En esto nos toca apostar fuertemente al consumo local, que actualmente está muy resentido por el bajón de la Ley de tarjetas de crédito”, acotó.
A su vez Christian Cieplick, titular de la Capasu, manifestó su preocupación en torno al ingreso ilegal de productos que nuevamente empiezan a llegar al país. Advirtió que los puestos ya están instalados en varios puntos, y que es cuestión de días que nos inunden nuevamente los productos de contrabando, debido a la permeabilidad y el escaso control en las fronteras.
El ejecutivo mencionó que el combate a la informalidad será uno de los grandes desafíos nuevamente para el próximo gobierno. Lamentó que el sistema sea tan rígido y burocrático con las empresas formales, y sin embargo son muy permisivos con los que operan en la clandestinidad a la vista de todos, incluso frente a los propios locales comerciales.
Por su parte, el presidente de la Cámara de Centros Comerciales, Jorge Mendelzon, advirtió que el ambiente se está poniendo muy adverso con un comercio internacional que se está dando vuelta. Sumando a esto, el retroceso con el tope a las tarjetas, se forma un combo muy peligroso para la actividad comercial en el país. Detalló que la baja de turistas de compras afecta no solo las ventas en comercios, sino a los servicios (hoteles, restaurantes, transportes, combustibles y otros), lo que también impactará negativamente en los empleos.
Ante estos cambios en el escenario comercial, los empresarios sugieren priorizar políticas que fomenten el consumo interno. Apuntan a algunas iniciativas que pueden ayudar, como modificar la Ley que topea la tasa de interés en tarjetas, fomentar el uso de las transacciones electrónicas y disminuir el uso del efectivo, un combate más agresivo a la informalidad, freno al contrabando y mejores políticas de empleo.
Impactos de la tarjeta
Desde la implementación de la Ley que topeó la tasa de interés de la tarjeta de crédito en el 2015, las ventas por esta vía en los comercios mermaron en US$ 876 millones, que representa el 2,9% del PIB, según la Consultora MF. Por otra parte, los ahorros que generaban las promociones y descuentos cayeron en más de US$ 225 millones en casi tres años. Además, los consumidores de menor rango terminaron perdiendo por la eliminación de las promociones.