La Cappro plantea una “nueva era de agroindustrialización” basada en la soja

La Cámara Paraguaya de Procesadores de Oleaginosas y Cereales (Cappro) plantea una visión que busca transformar el procesamiento de soja en el eje del desarrollo industrial del país y en motor de nuevas inversiones.

Aceiteras
Industrias aceiteras procesaron más soja en los últimos dos meses.

Este viernes, en el marco de la Feria Empresarial de Paraguay (FEPY), la Cappro propuso aprovechar el potencial de la soja para generar cadenas de valor, impulsar industrias derivadas y avanzar hacia un modelo productivo más sostenible y competitivo. Raúl Valdez, presidente del gremio, comentó a ABC que desarrollaron una nueva visión en torno al procesamiento de soja como un instrumento de promoción industrial.

Explicó que este mecanismo busca mirar hacia adentro, identificar las capacidades con las que cuenta el país y, a través de los productos derivados del procesamiento de soja, estimular el crecimiento industrial.

Dos productos relevantes

Señaló que se trata principalmente de dos productos relevantes: la harina de soja, fundamental para la producción de raciones destinadas a aves, cerdos y ganado, que permite la conversión de proteína vegetal en proteína animal; y el aceite de soja, insumo esencial para la producción de biodiésel.

Este último, además, contribuye a avanzar hacia una mayor independencia energética, considerando que Paraguay es un país netamente importador de combustibles fósiles.

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Indicó que, mediante el incremento del consumo de biodiésel mezclado con diésel, se puede lograr el avance industrial que el país requiere para su crecimiento.

“Esta nueva visión trasciende más allá de la exportación de materias primas en estado natural o de los productos derivados de una industrialización primaria, porque propone un crecimiento basado en la industrialización de la soja, con impacto en otras industrias como la cárnica y la de biocombustibles”, sostuvo.

Paraguay en una posición única

Añadió que considerando la proyección global de aumento de la demanda de alimentos y energía, el país se ubica en una posición única para consolidarse como un productor referente en ambos sectores.

soja
Exportación de soja de Paraguay

Entre tanto afirmó que esta nueva visión se complementa con señales positivas a nivel local, en un contexto de estabilidad económica, tipo de cambio controlado, incentivos fiscales, sistema tributario competitivo, disponibilidad de mano de obra y energía abundante.

“Observamos señales de grandes empresas productoras de carne y otros derivados instalándose en el país, y que requerirán justamente de esta materia prima vital para sus procesos productivos”, manifestó.

Asimismo, mencionó que los estudios sobre crecimiento demográfico mundial proyectan un importante desafío para la producción de alimentos en los próximos 15 a 30 años. En ese contexto, Paraguay puede contribuir de manera sostenible, gracias a las prácticas responsables que caracterizan su sistema productivo.

Trabajo multisectorial

Valdez consideró que se cuenta con todas las condiciones necesarias para articular un trabajo entre el sector público y el privado, alineando una visión común. A partir de esa cuestión, construir “una nueva agenda de agroindustrialización para una nueva era de la agroindustria paraguaya”.

“Queremos presentar un plan de acción concreto, un llamado a la acción para que el Gobierno y el sector privado alineen esta visión y, de manera decidida, avancemos hacia una nueva era de agroindustrialización”, reconoció.

Alto nivel de procesamiento en el 2025

El presidente comentó que este año se alcanzará uno de los niveles de procesamiento más altos de la última década, aunque aclaró que no se debe a medidas específicas adoptadas localmente, sino a factores coyunturales relacionados con los países vecinos.

Valdez reiteró que la soja debe ser vista como la base de la transformación industrial del país, ya que su importancia va mucho más allá de la exportación.

“Cada tonelada de soja procesada genera cadenas de valor, impulsa nuevas industrias y potencia el crecimiento de las ya instaladas. A su vez, permite atraer nuevas inversiones”, subrayó.

Según el gremialista, están convencidos de que sin el desarrollo de la agroindustria, especialmente vinculada al crecimiento del procesamiento de soja, no será posible alcanzar el nivel de industrialización que Paraguay necesita. En ese sentido, remarcó que se está gestando una agenda nacional de industrialización de la soja, un proceso que recién comienza a comprenderse y desarrollarse.

“Esto no es algo que solo la Cappro pueda impulsar o proponer, o siquiera Biocap, que es un aliado en este camino. Necesitamos la participación de todas las instituciones públicas y de los organismos privados vinculados al sector productivo agrícola. En definitiva, no se trata de tener esfuerzos aislados o estructuras sin fortaleza, sino de construir sistemas inteligentes que integren la promoción industrial, el desarrollo de mercados y la sostenibilidad de los sistemas productivos”, resaltó.