Apenas 26% de nuestro consumo final de energéticos es electricidad

El peso de la demanda de electricidad en la estructura del consumo final de energéticos en el país aumentó del 23,9% en 2023 al 26,2% en 2024, según el Balance Energético Nacional (BEN) que acaba de publicar el Viceministerio de Minas y Energía. Comparado con el de la biomasa y el del petróleo, se concluye que aún estamos lejos de la “descarbonización” que se publicita,

Pese al alto potencial del país para generar energía limpia y renovable, en la estructura del uso final de energéticos, la electricidad aún aporta solo el 26,2% del total.
Pese al alto potencial del país para generar energía limpia y renovable, en la estructura del uso final de energéticos, la electricidad aún aporta solo el 26,2% del total.Gentileza

El Balance Energético Nacional, publicado en esta quincena por el Viceministerio de Minas y Energía, Pág. 24, inserta un gráfico que confirma la situación real del consumo final de energéticos en nuestro país.

1.- Derivados del petróleo. No importamos un solo litro o kilo y de cuya capacidad de contaminación ya nadie duda: 45,6%.

El material de referencia incluye los datos necesarios para comparar si el peso de estos energéticos en el último año del balance es mayor o se atenuó. En 2023, la tajada de la torta que representaba el uso de los derivados del petróleo en nuestra economía medía el 44,6%.

En otras palabras, pese a la propaganda, el uso de este energético en 2024 respecto al 2023 aumentó. Recordemos que el país no produce un litro de gasoil o un kilo de cualquiera de los derivados del petróleo y que una variación en sus sensibles precios internacionales libera una fuerte presión sobre los indicadores de la economía nacional y. especialmente, sobre los ingresos de la población.

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Biomasa, otro de los energéticos preferidos

2- Biomasa: 28,2%, su utilización es aún superior a la tasa del 2023, año en que alcanzó el 32,5%.

El el apetito energético del sector industrial, por ejemplo, aún se sacia en un 36,6% con leña, según un informe precedente del Viceministerio de Minas y Energía. Este porcentaje confirma la importancia de la biomasa en la estructura de uso final de energéticos en el país.

3.- Energía eléctrica (26,2). Finalmente, esa especie de “buque insignia” de la economía paraguaya y, por ende, la táctica predilecta de los propagandistas de los gobiernos de turno en su intento por convencer a s otros países y a las NN.UU, que la energía que dinamiza al Paraguay “limpia, abundante y barata” es renovable en su totalidad.

El año pasado, setiembre, en la Universidad estatal de California (Chico), el viceministro de Minas y Energía, Abog. Mauricio Bejarano, calificaba al Paraguay como “una joya” y, ABC, ante esa lambicona manifestación preguntaba a sus lectores “¿no les parce que el alto funcionario se olvidó... de mencionar que esa joya exhibe aún grandes machas de petróleo y biomasa?

Planta solar flotante de Itaipú, ¿una experimento de Itaipú con la intención de diversificar sus modos de producción?
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En 40 años, solo el 10% de Itaipú

El informe que recibimos en la ocasión explicaba que Bejarano se sustentaba “en el alto potencial de generar energía limpia y renovable”.

Paraguay es propietario por partes iguales de Itaipú y Yacyretá, pero en 40 años de generación de la central paraguayo-brasileña solo pudo aprovechar el 10% de esa producción y que en Yacyretá, luego del acuerdo Peña Peña-Milei de mayo pasado, la ANDE optó hasta por autolimitarse y reducir al mínimo su tasa de uso.