Soja: más industrialización local ante cautela del mercado internacional

Las retenciones argentinas volvieron a la normalidad, aunque la respuesta del mercado registra todavía mucha incertidumbre para proyectar cómo se desarrollarán las próximas semanas o meses en cuanto al comercio exterior de la soja, explica la Cappro.

Una de las diez industria aceiteras, que es socia de Cappro.
Una de las diez industria aceiteras, que es socia de Cappro.

El régimen de retenciones cero aplicado por el gobierno argentino a sus exportaciones de granos y derivados- que ya finalizó - al completarse un cupo de US$ 7.000 millones de ventas al exterior generó “un poco” de incertidumbre en el complejo sojero del país.

En ese sentido, el presidente de la Cámara Paraguaya de Procesadores de Oleaginosas y Cereales (Cappro), Raúl Valdez, recordó que la medida tomada en Argentina fue básicamente “un shock inesperado”. Sin embargo, así como generó sorpresa, provocó niveles de negociación récord en el vecino país: en solo tres días se completó el cupo mencionado.

Agregó que la situación sigue muy incierta para proyectar cómo se desarrollarán los próximos meses o incluso las próximas semanas en materia de comercio exterior de este rubro.

Además, la respuesta del mercado aún registra mucha incertidumbre respecto a la manera en que se acomodarán los flujos y si esa medida afectó a la exportación de granos en estado natural o no.

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Por otro lado, estima que las retenciones volvieron a la normalidad y que los negocios concretados actualmente estarían reajustándose al esquema habitual.

“Cuando se redujeron las retenciones en los meses pasados, se observó que la industria argentina compró menos soja de Paraguay y que eso determinó que el grano en estado natural adquirido de nuestro país se exportara en menor volumen en lo que va del año”, añadió.

Favorece al procesamiento

En contrapartida, el presidente de la Cappro resaltó que la falta de estímulos por parte de la industria argentina podría derivar en un menor interés en la adquisición de soja paraguaya y, finalmente, una disminución de los envíos del cereal desde Paraguay hacia ese país.

En contrapartida, destacó que la industrialización local, registra este año el mayor nivel de procesamiento de la década: más del 82% de la capacidad instalada está siendo utilizada, que representó una variación interanual superior al 7% en los volúmenes procesados respecto al año anterior.

La industrialización de la soja tuvo en agosto su mejor desempeño, con 343.281 toneladas procesadas por las empresas asociadas a la Cappro, las que alcanzaron el volumen más alto en lo que va del año y el mejor resultado para este mes desde el 2018.

“Esa dinámica se relaciona con la mayor disponibilidad de granos en el mercado local para la industria paraguaya. Es un escenario con pros y contras, y ante la falta de certidumbre sobre cómo reaccionará el mercado, se debe actuar con cautela”, advirtió.

La industrialización local, este año está registrando el mayor nivel de procesamiento de la década: más del 82% de la capacidad instalada
La industrialización local, este año está registrando el mayor nivel de procesamiento de la década: más del 82% de la capacidad instalada

El presidente de la Capro mencionó que, a través de la industrialización, se logra acceder a mercados y condiciones más estables, independientemente de factores coyunturales o decisiones regionales.

“A través de la industrialización podemos dar mayor estabilidad a los precios y a los mercados. En definitiva, esto desnuda la vulnerabilidad de nuestro sector agroexportador, altamente dependiente de unos pocos mercados que concentran gran parte de nuestras exportaciones de soja en estado natural”, precisó.

Dijo también que se observa de aquí a fin de año una tendencia positiva, con una situación mejor que en los años anteriores para la industria.

Sin embargo, todo dependerá de la evolución de los precios internacionales de los productos industrializados para determinar si las fábricas tendrán incentivos para seguir procesando o no.

Comentó que no se tiene una señal clara de que la situación vaya a consolidarse en un modelo estable. Existe mucho escepticismo debido a los márgenes reducidos de la molienda, lo que obliga a actuar con cautela en la compra y comercialización de granos.

Más granos

Por su parte, Larissa Barboza, analista senior de StoneX, mencionó que en el corto plazo, con el fin de las retenciones a las exportaciones en Argentina, se espera que una gran cantidad de granos inunde el mercado. Esto se debe a que se tiene información de que los productores cuentan con granos almacenados, que ahora saldrán al mercado.

En el caso de Paraguay, en su gran mayoría se envía soja en estado natural para ser procesada. Explicó que esa industrialización en el vecino país no se da de manera aislada, ya que el cereal paraguayo, con un mayor contenido proteico, es utilizado dentro de la mezcla final que la industria argentina produce, tanto en harina como en aceite de soja.

La crisis que atraviesan las aceiteras debería convertirse en “un llamado de atención” para las autoridades, indicó la Cappro.
La industrialización de la soja tuvo en agosto su mejor desempeño, con 343.281 toneladas procesadas por las empresas asociadas a la Cappro.

Detalló que, en el caso de Argentina, su posición dentro del tablero global de la soja está mucho más asociada a la exportación con valor agregado, mientras que Paraguay se mantiene principalmente como un vendedor de soja en estado natural.

En síntesis, para Barboza las retenciones argentinas, a nivel global, ejercen un impacto bajista en el corto y mediano plazo. Sin embargo, la nueva zafra paraguaya de soja, que estará lista a comienzos del 2026, y la zafriña hacia finales del primer trimestre, no se verán afectadas por esta situación, concluyó.

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