En comunicación con ABC Cardinal este lunes, el economista y exministro Manuel Ferreira volvió a hablar de las circunstancias detrás de los altos precios de la carne en el mercado paraguayo de consumo y los factores que afectan esos valores, entre ellos la exportación y una posible “colusión” en el sector frigorífico que podría estar estableciendo precios por encima del nivel de inflación.
El debate recurrente sobre el precio de la carne cobró de nuevo protagonismo en la opinión pública la semana pasada tras unas polémicas declaraciones del senador Luis Pettengill (ANR, Partido Colorado), vinculado al sector frigorífico, quien negó que los precios de la carne estén muy altos e insinuó que la población de menor poder adquisitivo debería conformarse con carne de baja calidad.
Ferreira, exministro de Economía, explicó que en Paraguay se faenan por año unas 2.500.000 cabezas de ganado.
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Los cortes de carne de consumo interno son principalmente los “cortes con hueso” como la costilla o el puchero, además de otros cortes de animales que no son para exportación como los toros, vacas o vaquillas, que son faenados en mataderos, frigoríficos o supermercados.
“El precio en general de esos animales es determinado por los precios que marca el mayor faenador, los frigoríficos”, dijo, y agregó que en los cortes que no son los estrictamente “locales” como los antes mencionados, los frigoríficos tienen en cuenta precios internacionales para fijar también los precios locales.
Señaló que, en los cortes traseros como la tapa cuadril, por ejemplo, el mercado interno “compite” con compradores internacionales de países como Chile o Taiwán, algunos de los principales compradores internacionales de carne paraguaya, en general con poblaciones más grandes y con mayor poder adquisitivo.
“Todo esto genera un impacto global en la determinación del precio”, subrayó. “Si quiero consumir una tapa cuadril destinada a venderse a Brasil, tengo que pagar más de 13.500 dólares la tonelada o 13,5 dólares el kilo, son 100.000 guaraníes. En ese corte competimos con un consumidor brasileño”.
“Control del mercado” por parte de frigoríficos

Sin embargo, Ferreira señaló otro factor que calificó como un “problema”: antes de 2020, los cortes “de mayor demanda de consumo interno” venían subiendo de precio por debajo del nivel de inflación. “Si la inflación subió 150 por ciento en 20 años, los cortes subieron 120 por ciento; una costilla que costaba 10.000 guaraníes en el año 2000, en 2020 costaba 25.000”.
Pero desde 2020 los precios comenzaron a subir por encima de la inflación.
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Sobre la causa de ese aumento anormal en los precios, Ferreira dijo creer que se debe a un “control de mercado” por parte de los frigoríficos, “un grupo relativamente pequeño que define el precio al que se va a colocar la mercadería”.
“Estamos viendo que se ponen precios a valores determinados solamente por el oferente”, remarcó.
Agregó que mientras se observan “crecimientos en las utilidades del sector frigorífico que han sido relevantes”, no se está viendo el mismo aumento en los precios que los frigoríficos pagan a los ganaderos, que se ha estancado.
A consecuencia, si bien la faena está aumentando, el hato ganadero está bajando. Los productores están faenando más animales de los que pueden permitirse de acuerdo con su producción para hacer frente a deudas generadas por grandes inversiones que no han tenido los retornos previstos porque “se esperaba un precio determinado (por sus productos) que no es el que está hoy en el mercado”, señaló el exministro.
El impacto de los aranceles de EE.UU. a Brasil

Finalmente, Ferreira señaló un factor internacional de importancia que podría repercutir en los precios de la carne en Paraguay: la disputa comercial entre los gobiernos de Brasil y los Estados Unidos.
El presidente estadounidense Donald Trump anunció que planea imponer desde el 1 de agosto un arancel del 50 por ciento a todos los productos importados de Brasil a Estados Unidos, al cual el país sudamericano – el mayor exportador de carne del mundo – exporta enormes cantidades de productos de origen ganadero. Economistas proyectan que ese arancel haría prohibitivo para Brasil exportar al país norteamericano.
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“El mayor exportador de carne del mundo va a perder el segundo mayor mercado del mundo”, dijo Ferreira.
En consecuencia, Brasil probablemente buscará otros mercados para la carne que dejará de vender a Estados Unidos, lo que por un lado podría significar la entrada al mercado paraguayo de carne brasileña de contrabando, lo que podría “empujar abajo” los precios locales.
Pero también podría significar que Brasil entrará a hacerle competencia a la carne paraguaya en los mercados de exportación como Chile, Taiwán o Israel.