Durante una audiencia en el Senado de los Estados Unidos, el secretario de Estado de EE.UU., Marco Rubio, sugirió que “si alguien es inteligente, podría ir a Paraguay y establecer allí una fábrica de inteligencia artificial”. Fue el martes último, en una audiencia del Comité de Relaciones Exteriores del Senado estadounidense. Se refería al aprovechamiento del 50% de la energía generada por Itaipú a la que Paraguay tiene derecho, pero que en gran medida ha sido históricamente cedida a Brasil.
“Ni Brasil ni Paraguay pueden usar la energía como quieran. La planta es y seguirá siendo binacional. Por eso es necesario firmar un nuevo acuerdo. La idea es reescribir el tratado, lo que podría contemplar nuevos usos para toda la energía de Paraguay”, afirmó Edvaldo Santana, exdirector de la Agencia Nacional de Energía Eléctrica (Aneel) de Brasil, citado por el diario O Globo, en su publicación del 22 de mayo último.
¿Esto significa acaso que cualquier nuevo destino de la energía paraguaya –sea para alimentar centros de datos, industrias o proyectos nacionales– necesita de un nuevo marco legal acordado por ambas partes? (NdR)*
Aunque Paraguay en varias ocasiones manifestó su interés en aprovechar su excedente para atraer inversiones tecnológicas y reforzar su desarrollo industrial, los desafíos son múltiples, según la publicación brasileña. Menciona, por ejemplo, la falta de infraestructura, altos costos de transmisión, y el propio precio de la energía de Itaipú, que se estima en más de R$ 180 por MWh, según datos del sector eléctrico brasileño. Para competir, Paraguay deberá volverse más atractivo con tarifas competitivas, incentivos y mejoras estructurales, dicen.
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“Desde una perspectiva comercial, la energía de Itaipú no es barata. Incluso sin incluir los impuestos del gobierno, Itaipú cuesta más de R$ 180 por megavatio-hora (MWh)”, indica O Globo.
Santana dice que Itaipú, en Brasil, es una de las centrales hidroeléctricas más caras. Según fuentes, algunos proyectos de centros de datos en marcha están negociando la compra de energía por menos de R$ 100/MWh.
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“Varios centros de datos que ya se han instalado y que están en construcción en Brasil compran energía de fuentes renovables, con precios en dólares mucho más bajos que los de Itaipú”, aseguran.
Energía de Itaipú, uno de los más baratos, dice Aneel
Por otra parte, Jerson Kelman, exdirector ejecutivo de Aneel, señala que el costo de la energía de Itaipú podría ser uno de los más baratos del mundo, pero no lo es, ya que Brasil asume el costo de las acciones socioambientales en ambos lados de la frontera, del orden de US$ 1.500 millones por año.

Otro punto que se plantean los expertos brasileños es que Paraguay necesitará construir líneas de transmisión y ofrecer subsidios, tal como lo hace Brasil: “¿Vale la pena invertir y construir líneas en el lado paraguayo para una energía que no es barata? Si Paraguay quiere competir, necesita volverse más atractivo. La idea de Rubio es buena y pondrá a Brasil en movimiento —dijo el exdirector de Aneel".
Asimismo, Clarice Ferraz, investigadora asociada del Grupo de Economía de la Energía del Instituto de Economía de la UFRJ, dice que el debate va más allá del precio de la generación de energía.
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Ferraz indica que el punto principal es que todo el mundo quiere tener acceso a fuentes de energía en cantidad y con suministro garantizado: “la diplomacia brasileña podría estar perdiendo la oportunidad de garantizar la soberanía energética del Mercosur”.
Además, señala que el costo de la generación de Itaipú es elevado debido a un modelo de gestión complejo, con una estructura inflada, numerosos beneficios y cargos.
“Hasta 2023, Paraguay solo podía vender energía al mercado regulado, es decir, a las distribuidoras. El año pasado, Brasilia y Asunción firmaron un acuerdo preliminar que autorizaba a Paraguay a vender esta energía directamente a las industrias brasileñas a partir de 2027, a través del mercado libre, lo que, en teoría, reduce los costos del sistema”, sostienen.
El acuerdo también preveía negociaciones sobre el llamado Anexo C, que rige las bases financieras de la planta. Sin embargo - resaltan- las negociaciones se suspendieron tras surgir sospechas de que Brasil había iniciado espionaje contra las autoridades paraguayas que manejaban las negociaciones.
*NdR