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“Actualmente la soja OGM o transgénica ha aumentado enormemente en rendimiento gracias a las apuestas en genética, pero así también, vemos que se mantiene e incluso ha bajado el nivel de proteína en grano, por tanto, las industrias que venden la proteína, por un lado como aceite y por otro lado como proteína para nutrición animal, se han puesto a armar plantas de concentración de proteína, porque las sojas no están teniendo la cantidad de proteína que necesitan”, confirmó el ingeniero Biga.
Soja no OGM
“En mi caso, me toca dirigir y programar cuáles son las líneas de investigación que se llevarán adelante y se irán actualizando las plataformas, siempre apuntando a lo que necesita el productor. En cuanto a soja, tenemos un programa de investigación que está basado en soja no OGM (no transgénica), que hoy está demandando el mercado europeo, fundamentalmente, y Estados Unidos, pues son programas de soja preparadas para consumo humano de aquel sector que no quiere consumir soja OGM”, destacó el directivo de la empresa Granar.
Novedades
Sobre la soja no transgénica y las que tienen mayor tenor de proteínas explicó: “Tenemos previsto para la campaña 2024/2025 el lanzamiento de dos nuevas variedades de soja convencionales (no OGM) principalmente apuntando a ese mercado de consumo. Dentro de la gama de este tipo de materiales también estamos trabajando con una línea que futuramente se lanzará al mercado y son no OGM de Alto Profat, es decir, sojas con alto tenor de proteína, y que estarían entre el 46 y el 48 por ciento de proteína, aumentando la cantidad de proteína con relación a las variedades de soja que se tienen hoy en el mercado nacional e internacional”.
Demanda de proteína a nivel mundial
“Vamos a un ejemplo: Paraguay, por una cuestión de clima y temperatura, produce una soja con buen tenor de proteína (38 a 40 por ciento aproximadamente), mientras que en el caso de Argentina lo hacen en un porcentaje más bajo que Paraguay (35 por ciento aproximadamente), y si bien el país vecino compra nuestra soja nacional para mezclarla con la suya y aumentar su tenor de proteína, no alcanza para cubrir lo que actualmente a nivel mundial demandan las industrias, que está en torno al 48 por ciento de proteína”, explicó el profesional.
El desafío
“Nosotros empezamos a trabajar en un programa para ir creando variedades no OGM con alto contenido de proteína, y estamos felices porque hemos encontrado una línea de investigación muy buena con materiales que ya hemos testeado, y encontramos que son materiales que andan en el orden de los 46 a 48 por ciento, algo que es sumamente interesante, pero falta poner a punto el programa, lograr cultivares que tengan buen rendimiento además de proteína, pero podemos decir que la piedra fundamental ya la encontramos, aumentar el rendimiento de las plantas es el desafío que tenemos para los próximos años, y estamos convencidos de que vamos por buen camino”, destacó Biga.