Aún es intermitente, tiene carencias evidentes en la continuidad del juego, pero su calidad es innegable y apunta a que será un jugador más que interesante.
Y, de momento, la sombra de su hermano, Jude Bellingham, no parece alargada. No hay presión que valga el jugador del Dortmund, uno de los mejores ante el Mamelodi Sandows, que hincó la rodilla por sus errores y por el acierto del equipo liderado con buen tino por el pequeño de los Bellingham.
La realidad es que al Dortmund solo le valía la victoria después de un debut ante el Fluminense (0-0).
El cuadro de Niko Kovac debía dar un puñetazo encima de la mesa para frenar las dudas que ha generado durante toda la temporada. El Mundial de Clubes era una oportunidad única para espantar los fantasmas del curso y no podían fallar frente al Mamelodi Sandows. Kovac no quiso esperar ni un partido más y en su segunda oportunidad dio la titularidad de Bellingham.
El segundo fichaje más caro de la historia del club (33 millones de euros, solo superado por Dembélé), se estrenó en un once para seguir el mismo camino que inició su hermano Jude hace cuatro temporadas.