Itaipú acumula 41 años de producción, de la que Paraguay pudo usar solo 10%

Los dictadores militares Alfredo Stroessner y Joao Figueiredo oprimían el botón que, simbólicamente, ponía en funcionamiento las primeras unidades de loa central binacional.
Los dictadores militares Alfredo Stroessner y Joao Figueiredo oprimían el botón que, simbólicamente, ponía en funcionamiento las primeras unidades de loa central binacional.CASCO

La central binacional Itaipú cumplió ayer 41 años, período en el que ya generó 3.108.700 GWh. Sin embargo, ni ni la edad de la usina, ni la cantidad que produjo, son los datos más asombrosos, si lo es dato que Paraguay, propietario por partes iguales con Brasil, haya podido aprovechar de esa producción apenas el 10% y Brasil el 90%.

La “inauguración” oficial de la central hidroeléctrica paraguayo/brasileña Itaipú se llevó a cabo el 25 de octubre de 1984, cinco meses después de que comenzara a producir energía la incipiente central.

La brecha temporal entre la fase de producción de los primeros MWh y su “inauguración”, según la versión oficial se debía a las pruebas, observaciones, ajustes, etc., que requieren máquinas recientemente montadas y ensambladas.

Las autoridades de entonces de la binacional montaron el escenario para la inauguración sobre la cota 144 metros de la central, en la que ubicaron la sala de comando y de control de la central.

La foto (gentileza de la entidad) muestra parte del escenario así como a los protagonistas de la ceremonia, los dictadores militares de nuestro país y del Brasil, Alfredo Stroessner y Joao Baptista Figueiredo, así como a los primeros directores de la entidad, el general José Costa Cavalcanti, entonces director general, y el Ing. Enzo Debernardi, aún director general adjunto.

Todos los beneficios, en un solo lugar Descubrí donde te conviene comprar hoy

Lo realmente asombroso en la hidroeléctrica

Costa Cavalcanti, de espaldas en la foto, daba algunas explicaciones a su presidente, tal vez sobre el entorno o sobre lo que significó alcanzar ese momento, o quizás sencillamente cómo manejar el dispositivo que dejaría inaugurada “oficialmente” la usina.

La explosión que en 1978 desviaba el río Paraná y dejaba sin agua el sitio donde erigirían posteriormente la central hidroeléctrica.
La explosión que en 1978 desviaba el río Paraná y dejaba sin agua el sitio donde erigirían posteriormente la central hidroeléctrica.

Los años de producción, así como la cantidad de energía producida en el período, baten récords, sin dudas. 3.108.700.000 MWh (1 MWh = 1000 KWh). es un caudal que desborda cualquier estimación e inclusive cálculos. En el 2024, año en que la demanda del mercado eléctrico nacional se incrementó en un 18,5%, el sistema interconectado de la ANDE consumió 26.154.488 MWh, o sea se necesitarían 118,9 sistemas como el paraguayo de 2024, para alcanzar la producción de Itaipú en esos 41 años.

Sin embargo, lo asombroso de estas cantidades pierden poltencia cuando emergen ciertos hechos, por ejemplo, que la República del Paraguay, propietaria por partes iguales de toda esa energía, en las cuatro décadas y un año de producción de Itaipú que ya transcurrieron, haya podido aprovechar apenas el 10,1%, según datos de junio último.

Si el Paraguay utilizó esa ínfima cantidad, instalados en esa perspectiva, no sería arriesgado concluir, hasta el presente al menos, que Itaipú fue construido para beneficiar al sistema eléctrico brasileño (89,9% del total).

<b>¿Qué verdad oculta el verbo “cesión” en Itaipú?</b>

Si limitamos nuestra mirada a la mitad paraguaya, o sea a los 1.554.400.000 MWh, la realidad que se descubra tampoco sería muy estimulante. Los datos de junio indican que el Paraguay, de la energía que le corresponde, pudo utilizar 20,3% y “ceder” a su socio por partes iguales, Brasil, el 79,7% de su energía.

Central hidroeléctrica paraguayo-brasileña Itaipú y la cabecera del embalse.
Central hidroeléctrica paraguayo-brasileña Itaipú y la cabecera del embalse.

La comillas que enmarcan la palabra cesión tienen su significado, porque en prin- cipio, en el Acta Final de Foz de Yaguazú que firmaron en 1966 los gobiernos de entonces del Paraguay y del Brasil consagraba el principio del Justo Precio, recordado inclusive en el Considerando del Tratado de Itaipú.

Sin embargo el valor unitario promedio que Brasil paga por esa cesión es de apenas US$ 4,5/MWh cedido.