El departamento de Paraguarí se consolida como uno de los destinos más completos y encantadores para quienes desean disfrutar del turismo interno. Con una rica fusión de historia, naturaleza, aventura y cultura, ofrece una experiencia integral que invita a desconectarse de la rutina y conectarse con lo auténtico.

Comenzando el recorrido por la ruta PY01, Yaguarón, ubicado a 48 kilómetros de Asunción, se alza como una joya cultural y espiritual. Su imponente cerro Yaguarón, cargado de leyendas, ofrece vistas impresionantes y senderos que despiertan el espíritu aventurero.
Y en el cerro se puede también apreciar el Museo de los Indígenas Yaguarú, que guarda en su interior utensilios y muebles de los pueblos originarios que residían en este distrito.
A metros del templo, la historia cobra vida en la Casa Museo Gaspar Rodríguez de Francia, donde se respira el legado del Supremo. Asimismo, los visitantes pueden apreciar el templo San Buenaventura, ícono barroco de la región, que completa el circuito como símbolo de arte sacro y fe.

Lea más: Los cincos saltos naturales que invitan a visitar Ybycuí
En la capital departamental, Paraguarí, la magia continúa. El Cerro Santo Tomás, el Cristo Redentor y el Cerro Hu regalan paisajes de postal, ideales para caminatas y contemplación.
El casco histórico, con sus antiguas casonas coloniales, conserva la esencia de otros tiempos. Uno de los tesoros menos conocidos, pero profundamente fascinantes, es el Museo Histórico de la Artillería “General Enrique Duarte Alder”, ubicado en el histórico cuartel militar de la Artillería de Paraguarí, donde se exhiben cañones, municiones y armas de distintas épocas, incluyendo reliquias de la Guerra de la Triple Alianza y del Chaco.
Artesanía viva y tradición textil
Para los amantes de la artesanía, Pirayú es parada obligatoria. Allí, el ñandutí, las hamacas tejidas en telares y otras piezas tradicionales capturan la esencia del arte popular. El Museo Cerro León y la antigua estación de tren completan la oferta cultural del distrito.

En Carapeguá, más de 30 variedades de tejidos tradicionales, declarados patrimonio inmaterial, como el po’í, el encaje ju, las fajas y ponchos, son testimonio vivo de una herencia que se transmite de generación en generación.

El Cerro Bogarín, con su halo místico, invita a subir y contemplar desde las alturas las verdes serranías que abrazan al distrito. En este mismo distrito se puede disfrutar también de la aventura del Mocito Isla, ubicado en la compañía Caapucumí.

Naturaleza indomable y aventura
En Acahay, al que se llega por el acceso de la ruta Carapeguá-Acahay, el protagonista es el majestuoso cerro Acahay, monumento natural que atrae a senderistas y escaladores. Su macizo rocoso ofrece no solo desafío físico, sino también una conexión profunda con la naturaleza.

Ybycuí, ubicado en el acceso a Acahay y a dicho distrito, por su parte, brinda una experiencia inolvidable en el Parque Nacional La Rosada, donde aún se conservan vestigios de la antigua fundición de hierro. En su restaurado pabellón se guardan reliquias que remiten a los oscuros días de la Guerra contra la Triple Alianza (1864-1870), haciendo del lugar un sitio de memoria y reflexión.

En Quiindy, sobre la ruta PY01, se puede apreciar la postal del Lago Ypoá, que es un espejo de agua rodeado de naturaleza virgen. Los visitantes también pueden llevarse como recuerdo las tradicionales pelotas artesanales, elaboradas con cuero y materiales sintéticos, orgullo del lugar.

Un viaje al pasado colonial
Finalmente, Caapucú, conocida como la “Ciudad de la mina y el ganado”, ofrece un ambiente tranquilo ideal para desconectar. Pero también es un lugar lleno de historia. La Casa Oratorio Cabañas, también llamada Oga Guasu, data del siglo XVII y fue escenario de la Revolución Comunera.
Actualmente funciona como museo, albergando piezas únicas como tallas jesuíticas, platería colonial y objetos de la vida cotidiana de antaño.
