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En Prideaux Place, en Padstow, en la costa norte de Cornualles, el visitante atraviesa un vestíbulo con paneles de madera donde el constructor del castillo, Sir Nicholas Prideaux (1550-1627), mira con cierta suficiencia desde su marco dorado.
A continuación, se abre otra puerta y allí el visitante se adentra en la vida cotidiana de la familia Prideaux a finales del periodo feudal.
Prideaux Place ha alcanzado cierta notoriedad porque es uno de los sitios de rodaje de películas inspiradas en la obra de Pilcher (1924-2019).
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Frente a la chimenea, el anciano patriarca Peter John Nicholas Prideaux-Brune se sienta entronizado en un enorme sillón, custodiado por dos grandes perros. En la esquina opuesta se encuentra su esposa Elizabeth, a sus pies juega su nieta Kara.
De viaje por Cornualles donde el decorado es cinematográfico
Eso es lo especial de este castillo de 46 habitaciones: aunque se puede visitar, no es en absoluto un museo, sino el hogar de tres generaciones.
Mientras el visitante se hunde en el sofá, la mirada recorre un perfecto decorado cinematográfico, con gruesas alfombras, pesadas cortinas, cuadros polvorientos... pero también periódicos arrugados, lápices de colores y platos sobre la mesa.
Peter Prideaux ha asumido incluso pequeños papeles, como el de forense, turista y probador de ginebra. “Conocemos al equipo de rodaje desde hace tanto tiempo que confiamos ciegamente en ellos”, dice Nicholas.
Elizabeth fue amiga íntima de la hija de Rosamunde Pilcher en su juventud. También conocía bien a la propia escritora, natural de Lelant, en Cornualles: “Era una mujer muy, muy agradable... y muy divertida”.
De viaje por Cornualles expone el paisaje del suroeste inglés
Gracias a las películas de Pilcher que la cadena de televisión germana ZDF emite los domingos por la noche, el 70 por ciento de los autocares que se acercan son ahora de Alemania. “Se ha convertido en una parte indispensable de nuestras vidas”, dice Nicholas. Hay carteles en alemán en el castillo, y los turistas son conducidos por guías germanoparlantes por los pasillos.
Los visitantes, que suelen ser mayores, probablemente vienen sobre todo a ver con sus propios ojos el paisaje del suroeste inglés.
Rosas silvestres y escarpados acantilados, pintorescas casitas de campo y muros de piedra erosionados, el lugar es tan bello en la realidad como en la pantalla.
Sin embargo, también llama la atención lo que no muestran las películas, ya que la mayoría de la población no pasa precisamente su existencia en casas señoriales. Cornualles es una de las regiones más pobres del país.
En la vida real
Lejos de las principales calles comerciales de los centros turísticos, las tiendas vacías y las casas destartaladas conforman el escenario en la vida real.
En los nuevos edificios públicos, a menudo se ve el aviso “Realizado con fondos del Fondo Europeo de Desarrollo”. Pero desde el Brexit, la salida de Reino Unido de la Unión Europea, eso es cosa del pasado.
Por qué los habitantes de Cornualles votaron con una clara mayoría a favor de marcharse en 2016, a pesar de la financiación anual de 100 millones de libras (123 millones de dólares) de Bruselas y la fuerte dependencia del turismo, seguirá siendo su secreto para siempre.
Prácticamente todos los lugares que han sido homenajeados en las películas de Pilcher de las últimas décadas merecen una visita.
El Rey Carlos y la Reina Camilla de paseo
Muchos se encuentran en el vecino condado de Devon, como el árido espacio natural de Dartmoor o el pintoresco puerto de Dartmouth.
Incluso puede ocurrir que de repente se detenga una limusina y se bajen el Rey Carlos y la Reina Camilla, saludando a los veraneantes.
Al final, una niña les entrega un ramo de flores, un general hace una reverencia... y la pareja real sigue su camino.
La cercana corriente del Golfo proporciona a Cornualles un clima propicio para las palmeras.
¿Y las vistas al mar?
Esto no solo hace que muchos jardines privados parezcan casi subtropicales, sino que probablemente también inspiró la principal atracción turística de la región: el Proyecto Edén, una selva tropical bajo cúpulas de plástico, cofundado por el productor musical Tim Smit y escenario de una película de Pilcher.
Sin embargo, sigue faltando algo del auténtico “estilo Pilcher”. ¿Dónde están los caballeros con chaquetas de tweed y las mujeres con sombreros de verano? Ciertamente existen, pero si se quiere verlos, hay que pagar un poco.
Por ejemplo, una noche en “Fowey Hall”, en la pequeña ciudad de Fowey, una casa solariega con magníficas vistas al mar.
A las 8 de la mañana, la sala de desayunos se llena de las voces de los niños más pequeños, asistidos por sus padres, que no parecen estar del todo despiertos. Hacia las 9, les siguen las familias con hijos mayores.
Por la tarde, un fuego crepita en el vestíbulo y las velas titilan en el salón con paneles de madera, donde se pueden degustar los famosos scones, bollos con mermelada de fresa y nata espesa.