Cuando cambiás de teléfono y ponés el viejo en venta, lo regalás o lo dejás para reciclar, no solo se va un objeto. También se mueve —o queda expuesta— una parte de tu vida digital: fotos, chats, contraseñas, ubicaciones, tokens de banca y de redes sociales. ¿Qué pasa con esa información después? ¿Alcanza con “borrar todo”?
La respuesta combina tecnología, prácticas de la industria y tus propios hábitos.
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El rastro invisible que dejan los teléfonos

Un smartphone moderno concentra datos sensibles en múltiples capas:
- Almacenamiento interno: fotos, videos, documentos, cachés de apps, claves guardadas, historiales de ubicaciones.
- Tarjetas SIM/eSIM: identidad de línea, agenda antigua, SMS en algunos casos.
- MicroSD (si aplica): copias de fotos, archivos y respaldos locales.
- Nube: iCloud, Google, backups de WhatsApp y otras apps.
- Sesiones y tokens: inicios de sesión persistentes en apps que sobreviven reinicios.
- Dispositivos vinculados: autos, smartwatches, parlantes, que conservan contactos y registros de llamadas.
La información no está solo “en el equipo”: puede quedar distribuida entre el hardware y los servicios asociados a tus cuentas.
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¿Sirve el “restablecimiento de fábrica”?
En equipos actuales, sí, y es la piedra angular del borrado seguro. Tanto Android como iOS cifran el almacenamiento de forma predeterminada.
El restablecimiento de fábrica destruye las claves de cifrado y revierte el sistema a estado inicial, lo que impide acceder a los datos sin esas claves.
- En iPhone, “Borrar contenido y ajustes” elimina claves criptográficas vinculadas a tu Secure Enclave.
- En Android, “Borrar todos los datos (restablecer de fábrica)” invalida las claves de File-Based Encryption.
Con la encriptación activada por defecto, recuperar datos tras un reseteo completo es impráctico incluso con herramientas forenses, salvo que el dispositivo tuviera cifrado desactivado, fallas graves o estuviese rooteado/jailbreakeado con vulnerabilidades conocidas.
Lo que el restablecimiento no borra:
- Datos en la nube (tu copia de iCloud/Google, backups de apps).
- Contenido de una microSD que no formatees.
- Perfiles eSIM que no elimines.
- Dispositivos externos que hayan guardado tus datos (un auto con tu agenda).
- Sesiones activas en otros equipos o navegadores.
El viaje del teléfono: de tu mano al próximo usuario

- Venta o canje: el equipo suele pasar por intermediarios o reacondicionadores. Los serios ejecutan borrados estandarizados y verificables; algunos aplican métodos alineados con guías como NIST SP 800-88 para destrucción de datos. Pero no todos lo hacen.
- Regalo: el riesgo más común es el descuido. Si no eliminaste cuentas, el nuevo usuario puede encontrarse logueado a tus servicios o —peor— el equipo puede quedar bloqueado por protección de cuenta.
- Reciclaje: cuando el destino es chatarra electrónica, muchas plantas trituran o destruyen físicamente componentes. Si el flujo no es formal, partes podrían reingresar a mercados secundarios sin un borrado correcto.
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Los mayores riesgos reales
- Cuentas que quedan abiertas: correo, redes, banca, apps de delivery con tarjetas guardadas.
- Backups en la nube: restaurables por quien conserve tu Apple ID o tu Google Account, o por un atacante con tus credenciales.
- FRP y Activation Lock: si no desasociás tu cuenta, el dispositivo puede quedar “ladrillo” para el próximo dueño, o seguir vinculado a vos.
- MicroSD olvidadas: suelen contener galerías y documentos.
- WhatsApp y otras mensajerías: la app cifrada no significa que el backup lo esté por defecto. Un backup en la nube sin cifrado de extremo a extremo es una copia legible por quien tenga acceso a tu cuenta.
Cómo entregar un teléfono de forma realmente segura
Antes de tocar el botón de “borrar”, asegurate de cerrar el círculo entre el dispositivo, la SIM/eSIM y la nube. Esta lista prioriza iOS y Android modernos:
- Hacé una copia que controles
- iPhone: backup cifrado en iCloud o en computadora. Si usás computadora, protegé con contraseña.
- Android: backup en Google One/Drive y exportación de fotos/archivos críticos a una computadora o a un disco externo.
- WhatsApp/Signal/Telegram: verificá cómo se respaldan. En WhatsApp, activá “Copia cifrada de extremo a extremo” con una contraseña o clave. Exportá chats si lo necesitás.
- Desactivá bloqueos por cuenta
- iPhone: desactivá “Buscar mi iPhone” y cerrá sesión de iCloud (Ajustes > tu nombre > Cerrar sesión). Esto quita Activation Lock.
- Android: quitá la cuenta de Google (Ajustes > Cuentas) para evitar Factory Reset Protection. Si tu marca tiene cuenta propia (Samsung/MI/Etc.), quitála también.
- Revocá accesos y 2FA
- Revisá en Apple ID y en tu cuenta de Google los dispositivos conectados y cerrá sesión remotamente en el equipo viejo.
- Cambiá contraseñas críticas y regenerá códigos de segundo factor si los almacenabas en el teléfono. Considerá un gestor de contraseñas.
- Eliminá líneas y tarjetas
- Retirá la SIM física.
- Eliminá perfiles eSIM desde Ajustes y pedí a tu operador la desvinculación si corresponde.
- Sacá la microSD y formateá en otro dispositivo si pensás reutilizarla.
- Desvinculá otros aparatos
- Olvidá emparejamientos de auto, relojes, auriculares. En autos, borrá tu perfil de usuario para eliminar contactos y registros de llamadas.
- Recién entonces, borrado completo
- iPhone: Ajustes > General > Transferir o restablecer > Borrar contenido y ajustes.
- Android: Ajustes > Sistema > Restablecer > Borrar todos los datos. Si el equipo es antiguo y no estaba cifrado, activá primero el cifrado y luego restablecé.
- Verificá que al reiniciar pida configuración desde cero y no muestre cuentas previas.
- Confirmá desde la nube
- Entrá a appleid.apple.com y a myaccount.google.com para confirmar que el dispositivo no figura asociado. Revocá cualquier token de apps que siga activo.
- Preparación para vender/regalar
- Dejá el mínimo de batería y el equipo apagado.
- Incluí cargador/caja si corresponde, pero nunca tarjetas con PIN o anotaciones de contraseñas.
¿Pueden “recuperar” mis datos después?
En teléfonos modernos correctamente cifrados y restablecidos, la amenaza práctica de recuperación es muy baja.
Las típicas historias de “recuperaron todo después del formateo” aplicaban más a equipos viejos sin cifrado o a borrados lógicos sin destrucción de claves.
Hoy, el eslabón más débil suele ser:
- Olvido de cerrar sesión o desactivar bloqueos por cuenta.
- Backups en la nube mal configurados.
- Phishing o filtraciones de tus credenciales, no el hardware reciclado en sí.
Si sos un objetivo de alto valor (periodistas, activistas, ejecutivos), considerá pasos extra: borrar seguro mediante múltiples sobrescrituras en microSD, borrado remoto verificado, y entrega a recicladores certificados.
Si vas a comprar un usado
- Verificá que no tenga iCloud Activation Lock ni FRP. Debe iniciar como “nuevo” y permitirte agregar tu cuenta.
- Comprobá IMEI/estado ante bloqueo por robo.
- Actualizá el sistema y restablecé una vez más antes de usarlo.
Reciclaje responsable y privacidad
Si el aparato no se va a reutilizar, buscá programas de recuperación de fabricantes u operadores. Los mejores procesos combinan borrado lógico verificado y destrucción física de componentes defectuosos.
Evitá tirarlo con la basura: además de ser contaminante, aumenta el riesgo de que partes con datos terminen en manos equivocadas.
La conclusión es simple: tus datos no “viajan” con tu teléfono si cortás, de forma ordenada, los hilos que los conectan. Hacé copia, cerrá sesiones, desasociá cuentas, retirá líneas y ejecutá un restablecimiento completo. Con esos pasos, tu información personal no debería quedar en el equipo que vendés o regalás.
