Plataformas como YouTube, TikTok y diversos servicios de streaming prácticamente se convirtieron en pilares fundamentales de su entretenimiento y buscan las tendencias que capturan su interés.
El consumo de estos servicios también dan forma a sus interacciones sociales y preferencias, por lo que se crea un universo digital donde se pasan explorando, riendo y conectándose, aunque también con una serie de riesgos de por medio.
Además de las citadas opciones, ya hace tiempo que hay tres gigantes que acaparan gran parte de la atención de los niños en el mundo de los videojuegos: Roblox, Fortnite y Minecraft, que funcionan como monopolizadores de su tiempo, esto potenciado aún más por lo que consumen en las redes sociales.
Los videojuegos en línea
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Hace más de diez años que el auge de los videojuegos en línea ya transformó el entretenimiento infantil y la idea de ir a la casa de los compañeros para entretenerse, ya sea mediante alguna consola o juegos que no sean electrónicos de por sí, fue siendo reemplazada poco a poco por las opciones online.
Pese a la disposición de miles de opciones y ya tener varios años desde sus respectivos lanzamientos, Roblox (2006), Minecraft (2011) y Fortnite (2017) siguen siendo los “reyes” entre las preferencias de los niños.
La principal coincidencia entre los tres títulos es que, como se mencionaba, se pueden jugar en línea y cada uno de estos cuentan con millones de jugadores a lo largo de todo el mundo, por lo que creadores de contenido o streamers también se “suben al barco” para obtener vistas y no quedarse por fuera del radar.
Otra similitud principal es que cada uno de ellos tiene su versión portátil en Android o iOS, es decir, se encuentran disponibles más allá de las computadoras y las consolas de videojuegos.
¿Por qué son tan populares entre los niños?
Una pregunta clave que puede tener un montón de aristas para analizar, pero a criterio del psicólogo Pablo Mixco Cristino, dichos juegos son populares por la comunidad establecida alrededor de estos.
“En los tres juegos citados, no hablamos solamente de un juego y ya, hablamos de una forma de interactuar que los chicos tienen por la ventaja de poder jugar en línea, tanto entre amigos como con gente de todo el mundo”, sostiene.
El agregado de juegos como Roblox y Minecraft también se da en que cuentan con la premisa de “crea tu propio juego” o “crea tu propio mundo”. Representa una manera en la cual se diversifican las formas de poder jugar alrededor del nivel de creatividad que otras personas tienen sacándole provecho al servidor del juego.
“Eso hace que su tendencia persista con el paso del tiempo y por lo que los chicos continúan jugándolos con el paso de los años, además de las constantes actualizaciones que estos juegos van recibiendo. No se mantienen estáticos”, puntualiza.
¿Qué podríamos hacer si sospechamos una adicción?Es importante que los videojuegos no sean el único pasatiempo de los niños y que puedan diversificarlo con otras actividades recreativas, tanto en la casa como actividades en el exterior.
Además de eso, controlar el tiempo diario de uso también es importante, estableciendo límites sobre cuánto es el máximo de tiempo que puede jugar, días establecidos o qué condiciones se deben cumplir para poder acceder a ese privilegio.
“Jugar videojuegos puede ser enriquecedor y estimulante; la parte clave acá está en su moderación para que no sea la única alternativa recreativa de la que los niños dispongan”, asegura.
Alternativas para el entretenimiento
En caso de un interés por los juegos, hay opciones que no dependen de electricidad ni internet: los de mesa o cartas. Al respecto, Fabio Rojas, coleccionista y fundador de “Mésa Ari”, precisa que los clásicos Uno, Jenga o Monopoly nunca pasan de moda, aunque también hay dos opciones nacionales, inclusive más modernas, que se pueden encontrar en jugueterías: Cháke! o Ñembo Tabú.
Finalmente, las actividades como la práctica de deportes, artes o manualidades y la lectura también son alternativas de entretenimiento sin estar con toda la atención hacia una pantalla.