Es sabido que la IA utiliza algoritmos y montañas de datos para intentar tomar decisiones o simular un comportamiento humano, por lo que su incorporación en este rubro no es ajeno ni extraño.
Según la firma suiza Neural Concept, conocida por el desarrollo de varias IA, en el sector automovilístico se aplica esta tecnología tanto en diseño, control de calidad y un sinfín de pruebas que ahorra una considerable cantidad de tiempo.
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IA “automovilística”
Más allá de propuestas e ideas que tienen grandes empresas, la inteligencia artificial se incorpora en los autos mediante formas que quizás pasen desapercibidas para los propietarios, pero su presencia y uso ya vino para quedarse.
En cuestión de hardware se utiliza para sensores, cámaras, radar e inclusive en los vehículos que incorporan la tecnología LiDAR (Light Detection and Ranging), que corresponde al uso de rayos para medir distancias y crear mapas detallados, mientras que tiene varias aplicaciones en el software con aprendizaje automático.
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La IA también fortalece sistemas de asistencia al conductor, entre los que se incluye el frenado automático de emergencia, las advertencias de salida de carril y el control de crucero adaptativo. Algunos de los sistemas de frenado automático o asistido son claves para la reducción de accidentes en todo el mundo, aunque aún son tecnologías en desarrollo y modificaciones constantes.
En cuanto a diseño, se pueden generar miles de opciones o alternativas en lo que refiere a la aerodinámica con pruebas y simulaciones –que antes podían tomar horas– en cuestión de minutos o segundos.
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La conducción autónoma
Donde la IA puede brillar y sorprender aún más es en la conducción autónoma, que por más que parezca ciencia ficción, se da en calles de varios países del mundo. Esta “inteligencia” combina un aprendizaje profundo, visión por computadora, planificación y la posibilidad de tomar decisiones en cuestión de segundos para que los vehículos se puedan “conducir” por sí solos.
Depende de dónde se encuentre uno, el volante, los pedales y frenos ya pueden ser cosa “del pasado”, ya que si el vehículo lo permite, podrá realizar recorridos por su cuenta, aunque tampoco es recomendable depender en su totalidad de estos sistemas y –menos aún– no prestar atención a los alrededores, ya que se puede requerir algún tipo de intervención humana.

De igual manera, hoy ya es una realidad que los autos puedan reconocer señales de tránsito, semáforos, carriles, otros vehículos, ciclistas, peatones y mucho más gracias al avance de la tecnología y la incorporación de la IA.
Por más de que haya una serie de aspectos positivos en torno a la IA y su aplicación en el mundo automovilístico, también hay desafíos, como los conductores que, si bien quieren lujos, tecnología y comodidades en los vehículos, prefieren evitar dar datos a sistemas de inteligencia artificial, pues esto podría provocar que opten por otras marcas que no cuenten con sistemas similares integrados en los vehículos.