En la era de la ciberseguridad, muchos aún subestiman los riesgos que puede implicar un simple pendrive. Especialmente si es antiguo, genérico o demasiado barato.
Estos dispositivos, aparentemente inofensivos, pueden convertirse en verdaderos caballos de Troya capaces de comprometer tu información personal o profesional sin que te des cuenta.
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Hardware barato, amenazas reales
Los pendrives de bajo costo proliferan en tiendas online, ferias tecnológicas o como regalos promocionales. Pero su bajo precio suele reflejar una calidad deficiente y, lo que es peor, posibles fallas de seguridad:
- Sin cifrado ni protección de fábrica: la mayoría no incluye ningún tipo de encriptación ni control de acceso.
- Materiales inestables: componentes baratos aumentan la posibilidad de fallos técnicos, pérdida de datos o corrupción de archivos.
- Mayor riesgo de manipulación: los dispositivos genéricos o de dudosa procedencia pueden haber sido alterados para incluir malware, backdoors o keyloggers que se activan al conectarlos a una computadora.
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Riesgos cibernéticos más comunes
El problema va más allá de lo físico. Los pendrives inseguros son una de las puertas de entrada más frecuentes para ataques dirigidos:
- Malware portátil: virus, ransomware o troyanos pueden propagarse al instante entre computadoras sin necesidad de conexión a internet.
- Dispositivos trampa: hay pendrives diseñados para parecer legítimos, pero que en realidad actúan como espías silenciosos capaces de extraer información o rastrear actividades.
- Ingeniería social encubierta: muchos se presentan con logotipos falsos o empaques que simulan marcas reconocidas, generando una falsa sensación de seguridad.
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Cómo protegerte
Evitar estos riesgos no requiere paranoia, sino hábitos digitales responsables. Estas son las mejores prácticas recomendadas por expertos en ciberseguridad:
- Comprá de fuentes confiables: preferí marcas reconocidas que certifiquen sus procesos de fabricación.
- Usá cifrado de datos: existen programas gratuitos y seguros para encriptar todo el contenido de tus dispositivos portátiles.
- Escaneá cada vez que conectes: configurá tu antivirus para analizar automáticamente cualquier pendrive antes de abrirlo.
- No aceptes cualquiera: evitá usar pendrives de origen desconocido, incluso si te los regalan en eventos o ferias.
El viejo pendrive olvidado en un cajón o ese que compraste por unos pocos pesos puede parecer inofensivo, pero puede poner en riesgo tu información más sensible. En un contexto donde los ataques digitales se vuelven más sofisticados, invertir en dispositivos de calidad y adoptar hábitos seguros no es un lujo: es una necesidad.