Ambas compañías han hecho grandes apuestas por la IA generativa, y sus divisiones de servicios en la nube han experimentado un aumento en la demanda conforme los clientes buscan soluciones informáticas considerablemente más potentes -y más caras- para soportar la tecnología.
Microsoft ha dado saltos importantes en la IA con la inversión en OpenAI, el fabricante del popular ChatGPT, y con la implementación de esta tecnología en sus productos. Otras compañías, entre tanto, han ido con más cautela.
La empresa reportó que sus ventas tuvieron un aumento interanual del 18%, hasta los 62.000 millones de dólares para el período de octubre a diciembre, por encima de los 61.100 millones de dólares que proyectaban los analistas.
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La revolución de la IA ha ayudado a impulsar a Microsoft más allá de Apple como la empresa más grande del mundo por capitalización de mercado con un valor de más de tres billones de dólares.
El precio de las acciones de la compañía han subido un 65% en un año. “Pasamos de hablar de IA a aplicarla a escala”, dijo Satya Nadella, presidente y director ejecutivo de Microsoft.
Los ingresos por los servicios en la nube Microsoft aumentaron un 30% en el periodo, impulsados por las mejoras informáticas que se necesitan para adoptar la IA.
Por su parte, Google también atribuyó a la IA el aumento de sus ganancias en el mismo trimestre.
Alphabet reportó una ganancia de 20.700 millones de dólares sobre ingresos de 86.300 millones, con fuertes contribuciones de YouTube y de su unidad de servicios en la nube.
Todavía impulsados en buena parte por los anuncios, los ingresos anuales de Google alcanzaron los 307.400 millones de dólares, un 8,7% más que los 12 meses anteriores.
Aunque los números son mejores que el año pasado, son inferiores a ciertas expectativas del mercado.