SAN ANTONIO. Varias familias del barrio San Roque de esta ciudad pasan momentos de terror con cada lluvia grande, debido a los torrentosos raudales que ya formaron una gran zanja que divide a la comunidad. Los afectados claman por ayuda de las autoridades, antes que la erosión derrumbe alguna casa. En la Municipalidad dicen que trabajan para solucionar, pero no tienen un proyecto viable a corto plazo.
Los vecinos del barrio Terminal claman a las autoridades la realización de un proyecto que termine con el peligroso zanjón que se ha formado en la calle Ybapuru, al lado del arroyo Lambaré.
Doña Marcelina Ramos tiene 67 años y vivió toda su vida en una humilde casa, en una zanja al costado del arroyo Paraguarí. La mujer cuenta que deben soportar raudales y basuras, y clama al Gobierno una solución o un lugar digno para vivir.
Un niño de 7 años de edad cayó esta tarde a una zanja de la que fue rescatado posteriormente por vecinos. Sin embargo, falleció cuando era derivado al Hospital de Barrio Obrero.
Un zanjón sin baranda de protección ni señalización que está a un costado de la calle Bernardino Caballero de la ciudad de Ñemby constituye otra “trampa mortal” para peatones y vehículos cuando caen intensas precipitaciones. En esta ciudad se produjo la muerte de dos personas durante el último temporal el domingo anterior.