Celebrado hace 50 años en una granja lechera de una pequeña localidad 171 kilómetros al norte de la ciudad de Nueva York, el Festival de Woodstock, que duró cuatro días, es uno de los momentos definitorios de la cultura contemporánea. Hoy viajamos en la Máquina del Tiempo a ese otro agosto de hace medio siglo para ver a Jim Marshall trepado a un enorme andamio derrotando con una dosis de ácido la fobia a las alturas mientras dispara su cámara sobre la multitud.
Carlos Santana celebrará los cincuenta años del festival de Woodstock y los veinte de su disco “Supernatural” con una gira que recorrerá Estados Unidos y Canadá a lo largo del verano, anunció el legendario guitarrista mexicano-estadounidense en su web.
El festival Woodstock, en agosto de 1969, fue un momento de culto a la cultura hippie. Cincuenta años después, se prepara un festival para celebrar su 50° aniversario, en el norte de Nueva York.
1969: El hombre llegó a la Luna con el Apolo 11, y los hippies a Hollywood con Easy Ryder, pero entre el festival de Woodstock y el de Altamont los sueños se volvieron pesadillas y la Familia Manson le dio el tiro de gracia a esa década que sería llamada «prodigiosa». Aquel gurú con ambiciones de rockstar, cara siniestra de la «generación del amor y la paz», Charles Manson, nacido en 1934 de una prostituta adolescente, después de haber vivido en prisión casi medio siglo, acaba de morir esta semana.
Una vieja leyenda del universo del blues dice que Robert Johnson le vendió su alma al Diablo en el cruce de las actuales autopistas 61 y 49, en Clarksdale, Misisipi, y, de hecho, la letra de dos de sus canciones más conocidas –«Crossroad» y «Me and the devil»– parece aludir a ello.