La Contraloría detectó indicios de direccionamiento de contrato, pagos sin documentos respaldatorios, falta de ejecución de pólizas y multas por incumplimientos de obligaciones en la instalación del centro de monitoreo del billetaje, entre numerosas anomalías. Se trata del software que debería controlar la frecuencia de los buses pero que a cinco años de la firma del acuerdo, sigue sin funcionar en 100%.
Víctor Sánchez, cuando asumió el cargo de viceministro de Transporte seguía siendo asesor del consorcio responsable de instalar el Centro de Monitoreo del billetaje, el “cerebro” del transporte público. Pese al conflicto de intereses, no se desvinculó de la firma, según reportó la DNCP.
Pablo Seitz, director de Contrataciones Públicas, confirmó que se detectaron más anomalías en la ejecución del contrato del Centro de Monitoreo del billetaje. La gestión del acuerdo, valuado en US$ 3,9 millones, estuvo a cargo de los exviceministros de Transporte Víctor Sánchez y Pedro Britos.
El viceministro de Transporte, Óscar Stark, refirió que su predecesor en el cargo, Víctor Sánchez, habría operado directamente con los analistas de datos, saltándose los mecanismos institucionales. Entre estos funcionarios se encuentra el que fue apartado del cargo por la desaparición de la base de datos sobre el billetaje electrónico.
El viceministro de Transporte, Óscar Stark, confirmó que al menos una de las dos licitaciones nuevas del MOPC, vinculadas al Centro de Monitoreo del Billetaje, tenía como fin suplir los ítems que la cartera no recibió en un contrato anterior, valuado en casi US$ 4 millones.
El Viceministerio de Transporte (VMT) identificó solo a seis concesionarias que registraban “pasajeros fantasma” con cifras más llamativas. Pero una de ellas ni siquiera recibe subsidios, mientras que otras dos coincidieron en que “sólo cumplían” disposición del Gobierno.