Investigadores de varios países han descubierto un planeta rocoso alrededor de una estrella ya muerta que da pistas sobre cómo podría ser la Tierra dentro de unos 8.000 millones de años, cuando se haya “apagado” el Sol, y han lanzado un esperanzador mensaje sobre la supervivencia final de la Tierra.
REDACCIÓN CIENCIA. La última imagen del telescopio espacial James Webb muestra una porción del denso centro de nuestra galaxia con un detalle sin precedentes, incluyendo características nunca antes vistas que los astrónomos aún tienen que explicar.
REDACCIÓN CIENCIA. La segunda y la cuarta galaxias más distantes descubiertas hasta ahora están en el llamado cúmulo de Pandora y han sido reveladas por el telescopio espacial James Webb. Se encuentran a una distancia casi inconcebible, 33.000 millones de años luz.
Un equipo de astrónomos dirigido por Jon Zink de Caltech utilizó datos del Telescopio Espacial Kepler de la NASA para realizar una especie de estudio demográfico de la galaxia.
La investigadora del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) Susana Iglesias-Groth, que en sus trabajos científicos busca el origen de la vida, afirma que en los sistemas planetarios de la Vía Láctea podría ser más probable el desarrollo de vida de lo que hasta ahora se piensa.
Un equipo internacional de astrofísicos ha descubierto unos filamentos ocultos en el centro de la Vía Láctea (a 25.000 años luz de la Tierra), que son muy diferentes de los únicos filamentos que se conocían hasta ahora y que fueron descubiertos en 1984.