3 de septiembre de 2025
La Gobernación de Guairá inició la construcción de una unidad de terapia intensiva de adultos en el Hospital Regional del IPS de Villarrica. La obra fue adjudicada a la misma empresa que ejecutó la polémica UTI neonatal del hospital regional, inaugurada sin estar operativa y vinculada al fallecimiento de un recién nacido.
El Hospital Nacional de Itauguá (HNI), actualmente dispone de 105 camas de terapia intensiva, según el doctor Miguel Ferreira, director del servicio público. Otras 30 camas UTI están inoperativas por falta de monitores y respiradores, que hoy “milagrosamente” fueron proveídos por Salud Pública. En terapia neonatal continúan las refacciones que se reiniciaron a fines del año pasado.
Durante la pandemia del Covid-19, el Ministerio de Salud se valió de las terapias intensivas del sector privado para dar respuesta a la altísima demanda. Gran parte del servicio se pagó, pero todavía queda un remanente de G. 7 mil millones, según la Asociación Paraguaya de Sanatorios y Hospitales Privados.
Paraguay dispone de 609 camas UTI, de las que 142 son para recién nacidos, según el Ministerio de Salud. En los hospitales, sin embargo, la cifra de camas terapizadas es menor, revelando esto que la cartera sanitaria ni siquiera maneja datos actualizados. La ministra de Salud, María Teresa Barán, admitió que el 40% de las camas de terapia intensiva no están operando.
En Paraguay se dispone actualmente de 609 camas de terapia intensiva, de las que 142 son para recién nacidos. En pandemia, se contaba con 741 camas UTI, pero más de cien ya no existen. El déficit de camas terapizadas, incluso en recientes espacios inaugurados por el Gobierno Nacional, provocó la muerte de seis menores de edad en las últimas semanas. La ciudadanía pide la destitución de María Teresa Barán, ministra de Salud, pero esta se mantiene firme con respaldo del presidente de la República, Santiago Peña.
El Departamento de Amambay sigue teniendo como una de sus falencias, la inexistencia del servicio de cuidados intensivos neonatales. En promedio, cuatro a cinco bebés requieren ese nivel de asistencia e irremediablemente necesitan ser derivados a otros centros asistenciales. Esta movilidad, implica muchas veces, una larga espera. Por otro lado, el servicio de terapia intensiva para adultos está abarrotado de pacientes.