5 de junio de 2025
El Día Internacional de los Trabajadores, celebrado hoy en casi todo el mundo en recuerdo de los “mártires de Chicago” que en 1886 reclamaron la jornada laboral de ocho horas, es ocasión para que las centrales obreras y los sindicatos formulen exigencias diversas, sobre todo en cuanto a las remuneraciones. La conmemoración está asociada al trabajo asalariado en relación de dependencia, pero en nuestro subdesarrollado país predomina el informal y autónomo, entre los que se destacan el de los empleados domésticos y el de los familiares no retribuidos, que escapan al sistema previsional y que terminarían siendo incorporados a programas sociales, como el de adultos mayores, incidiendo en las cuentas públicas financiadas por los contribuyentes; los asalariados integran solo alrededor el 45% de la población económicamente activa, en tanto que el desempleo y la subocupación afectan al 7,9% de la fuerza laboral, según la última encuesta del Instituto Nacional de Estadística. La vigencia efectiva de esos derechos exige que los órganos de control actúen con honradez y diligencia para que, entre otras cosas, los descuentos salariales sean en verdad ingresados en las arcas del IPS y las mujeres no sean despedidas durante el embarazo ni mientras duren los descansos por maternidad, mientras el Estado aplica el régimen de estímulo a las empresas que incentiven con beneficios adicionales a sus trabajadores, según manda también la Constitución. Como en otros ámbitos, tampoco en el laboral faltan normativas: lo que falta es la voluntad de cumplirlas y de hacerlas cumplir para que los trabajadores tengan no solo un mejor presente, sino también un futuro más seguro: es lo les deseamos en este feliz día...
El 64% de población ocupada del país está en sector informal, según Encuesta de Hogares. Trabajo informal genera ingresos, pero bajos, inconstantes y sin acceso a seguridad social. Por este y otros motivos, algunas centrales obreras sostienen que no hay nada que festejar. Gremios empresariales, a su vez, coinciden en necesidad de imponer salario mínimo e IPS.