Mohamed Suliman tuvo que huir con lo puesto de su aldea en el estado de Al Yazira, en el centro-este de Sudán, después de que las Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR) entraran armadas hasta los dientes y la arrasaran por completo, en una nueva oleada de violencia sin precedentes que ha provocado la destrucción de 120 poblaciones de la zona en tan solo unas semanas.
La Unión Africana (UA) debe colaborar con la ONU para desplegar “una misión de protección civil” en Sudán e investigar los crímenes cometidos en la devastadora guerra que enfrenta a su Ejército y a las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR) desde abril de 2023, dijo este viernes Human Rights Watch (HRW).
Médicos Sin Fronteras (MSF), aseguró este miércoles que la actual guerra en Sudán y el flujo de refugiados que genera “agrava” la ya crítica situación en su vecino Sudán de Sur, “en un momento en el que el sistema sanitario del país y la asistencia humanitaria existente apenas pueden satisfacer las necesidades de su población”.
Los generales al frente de los dos bandos en conflicto en Sudán “tienen responsabilidad en la comisión de posibles crímenes de guerra y otras atrocidades”, incluidos ataques por motivos étnicos y violencia sexual, aseguró este martes el alto comisionado de la ONU para los derechos humanos, Volker Türk.
Al menos 30.000 personas han muerto y más de 70.000 han resultado heridas en la guerra que azota Sudán, iniciada en abril de 2023 y que enfrenta al Ejército con el grupo paramilitar Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR), informó el Sindicato de Médicos del país africano.
Al menos 43 personas, entre ellas mujeres y niños, han sido asesinadas en el asedio que en las últimas dos semanas sufre la ciudad de El Fasher, última localidad aún controlada por el ejército sudanés en la región de Darfur (oeste), indicó este viernes la Oficina de la ONU para los Derechos Humanos.