Con el reciente inicio del periodo parlamentario en el Congreso Nacional, emerge una oportunidad crucial para reflexionar sobre el rumbo de nuestra política. Este periodo representa más que un mero procedimiento legislativo; es un espejo que refleja la transformación de nuestra sociedad y la esencia de la gobernanza.
Ayer, la Mesa Directiva de Cámara de Diputados dispuso que se lleve a discusión en cada bancada la posibilidad de cambio de día de las sesiones ordinarias. Luego el pleno tomará una decisión, atendiendo a que el Senado ratificó su postura de reunirse los miércoles a las 10:30. Casi coincide con la Cámara Baja, que convoca a sesión a las 9:00.
Hace varias semanas ya se viene discutiendo en mesa directiva de Diputados la situación que se da con la superposición de sus sesiones ordinarias de los miércoles con el Senado. Tras la ratificación de la Cámara Alta, hoy el debate se hará más intenso.
Esta semana empieza a regir el sistema de sesiones “paralelas” de las Cámara de Diputados y Senadores, que serán los miércoles tras el cambio aprobado en Cámara Alta. Esto les permitirá a los legisladores estar “libres” ya a partir de los jueves, considerando que no trabajan sábados ni domingos.
En la próxima sesión ordinaria del Senado del jueves 13 se tratará el proyecto de resolución por el cual se establece la modalidad presencial para las sesiones del Senado y del Congreso, y la modalidad mixta, para las reuniones de las comisiones.
El presidente de la Cámara de Diputados, Pedro Alliana, propone que a partir del próximo año las sesiones sean exclusivamente presenciales y solo en caso de que la situación sanitaria se complique, volver a las sesiones virtuales. El titular de la Cámara Baja declaró esto luego de que se registren fuertes críticas por la aprobación de un cupo de G. 3.500.000 para combustible de cada legislador de la Cámara de Diputados, a pesar que una gran mayoría sesiona desde la comodidad de su hogar desde hace más de un año.