“selfies”

La aparente muerte de un turista en el lado argentino de las cataratas del Yguazú al caer al agua mientras intentaba tomarse una fotografía con su teléfono se suma a los cientos de casos similares que se han registrado en todo el mundo. Un estudio español publicado el año pasado cifra en 379 los fallecidos en ese tipo de accidente.

Desde la otra cara del reparto de ganancias entre los empresarios –esa oscura trastienda del trabajo precario que no sale en la selfi– hasta la venta a sectores más pudientes de lo que son los lugares de vida de muchos, el turismo es pura violencia.

Estás en lo más alto de un rascacielos a fin de tomarte una fotografía y, con el afán de sacarte la mejor selfie, caés al vacío. La ambición de hacer lo que fuese por obtener likes y seguidores en las redes puede terminar con alguien herido o muerto.

ZAGREB (AFP). Los servicios de urgencia croatas pidieron a los turistas que fueran prudentes y dejaran de tomarse “selfies estúpidas y peligrosas”, a través de un mensaje enviado el viernes en Twitter.

Mientras Justin Trudeau, el primer ministro canadiense, es conocido entre otras cosas por su amor por los selfies, el otro Justin canadiense, Bieber, le declaró la guerra a las autofotos. El cantante canadiense, conocido por sus arrebatos, dijo en su cuenta de Instagram que va a dejar de tomarse selfies con sus seguidores porque se siente “como un animal de zoo”. “Si me ves en algún sitio, que sepas que no voy a tomar una foto. He acabado con tomar fotos”, señaló. “Ha llegado un punto en que la gente ni siquiera me dice hola o me reconoce como un humano. Me siento como un animal del zoo”, añadió el cantante a pesar de que para muchos perdió la sensatez hace ya varios años.