Las remuneraciones a los funcionarios de la Administración Central han crecido de manera importante en las últimas dos décadas. El componente salarial forma parte de los denominados gastos rígidos, es decir, el dinero que un Gobierno debe gastar de manera obligatoria y constante, de acuerdo con leyes o contratos. Este tipo de gasto incluye como se mencionaba, los sueldos, pensiones y jubilaciones, pagos de deuda y ayudas sociales.
En el segundo trimestre del año pasado, el sector público empleaba a 324.229 personas; en el segundo de este año, ya eran 411.588, de las cuales 66.388 habían sido incorporadas en los últimos tres meses, lapso en que el sector privado creó 26.806 puestos de trabajo. Estos datos del Instituto Nacional de Estadística revelan un alarmante crecimiento del personal público, seguramente estimulado por el calendario electoral. Si el Estado destina alrededor del 70% de los ingresos tributarios a los “servicios personales”, en detrimento de las inversiones de capital, el despropósito se irá agravando con la entrada de nuevos funcionarios y contratados.
Si bien los datos de empleo al segundo trimestre muestran un avance en la ocupación de los paraguayos en comparación a los trimestres anteriores, esta mejora no es uniforme en todos los segmentos económicos.
La intención de actualizar los haberes jubilatorios del sector público queda postergada para que los senadores puedan evaluar modificaciones sin perjudicar la caja fiscal.
En la conferencia de prensa brindada hoy por representantes del Gobierno Nacional y del sector privado de eventos, se anunció que estarán permitidos los eventos masivos en exteriores, llenando el 100% de la capacidad de los espacios, pero con la condición de que un 80% presente certificado de vacunación y un 20% presente prueba de PCR.
El presidente de la República, Mario Abdo Benítez, dijo hoy que desde que su campaña para la presidencia se propuso no dejar que la producción de la caña de azúcar caiga como lo hizo la del algodón en el pasado. Sostuvo que para el éxito del “takuare’ë” es necesaria la unidad entre el sector público, privado y los agricultores.