En esta revista especial del Sector Financiero, cinco protagonistas del desarrollo económico nacional comparten su trayectoria, las estrategias y los logros que han contribuido de manera significativa a impulsar este crecimiento en nuestro país.
Gremios de almacenes y supermercados critican al sector financiero por la intención de cobrar comisiones sobre las transferencias bancarias. La actividad comercial vivirá una ralentización, en un contexto de suba de precios de la canasta básica.
El negocio financiero repuntó sus utilidades pero aún no llega al nivel prepandemia. Según los registros estadísticos de la Superintendencia de Bancos (SIB) del Banco Central del Paraguay (BCP), 51 entidades entre bancos, financieras y casas de cambio acumularon en 2021 ganancias por G. 2,86 billones, que representan US$ 415 millones al cambio actual. Si bien se registró alza del 17% al comparar con cifras 2020, aún no alcanzan a las ganancias que tenían bancos y financieras antes de la pandemia. Al cierre del 2019, el sistema financiero reportó utilidades por G. 3,1 billones (US$ 495 millones) en total.
Nos acompañó el Economista Alfredo Pereira, del equipo de MF Economía quien nos habló sobre el impacto de la sequía en el sector financiero. Asimismo, detalló sobre la participación de la cartera agrícola y la composición de la cartera agrícola por moneda.
Este año se presenta con el gran desafío de comenzar un proceso de convergencia gradual al límite del déficit de 1,5% establecido en la Ley de Responsabilidad Fiscal. En tal sentido, se espera la reducción de los gastos de inversión, un incremento de la recaudación tributaria y en la no tributaria. Las perspectivas para este 2022 están igualmente atadas a dos principales factores: la evolución y el impacto de las nuevas variantes del covid-19 y al comportamiento del clima. El trabajo coordinado entre sectores público y privado será clave para mitigar eventuales impacto de otro año de pandemia.
El “seguro” es, sin duda, en el lenguaje corriente, un contrato, “contrato de seguro”, donde una de las partes se obliga, mediante cierta prima, a indemnizar a la otra de una pérdida o de un daño o de la privación de un lucro esperado que podría sufrir por un acontecimiento incierto.